El reto de Emery

Ilusión y responsabilidad. Esas son las dos palabras que Unai Emery repite como un mantra cuando le preguntan por la Copa del Rey, sin duda la asignatura pendiente de su exitosa carrera en los banquillos, pues nunca ha conseguido llegar a la final y luchar por estrenar su palmarés de títulos nacionales.
Por eso, la eliminatoria ante el Celta que comienza el jueves es un reto para el Sevilla pero, sobre todo, también supone un reto mayúsculo para el propio técnico vasco, que va a afrontar por tercera vez unas semifinales, su mejor registro en un torneo en el que ha vivido muchas eliminaciones tempraneras. Es más, en 12 años como entrenador, sólo ha dirigido 45 partidos de Copa; es decir, sale a una media de menos de cuatro encuentros por cada campaña.
En su estreno en los banquillos, en el Lorca Deportiva llegó a octavos en la 04/05 y a Segunda Ronda, en la 05/06.
Poco más lejos llegó con el Almería, con el que cayó en dieciseisavos en la 06/07 y en Tercera Ronda en la 07/08.
Sus números más regulares en el ‘Torneo del K.O.’ los consiguió con el Valencia, con el que alcanzó los cuartos en la 08/09 (le eliminó el Sevilla); los octavos en la 09/10 y la 10/11, ante Depor y Villarreal, respectivamente, y llegó por primera vez a semifinales en la 11/12, cuando cayó contra el Barcelona tras empatar en la ida en Mestalla (1-1) y caer en la vuelta en el Camp Nou (2-0).
Al año siguiente, tras seis meses en el Spartak de Moscú, llegó al Sevilla para disputar sus segundas ‘semis’, en las que cayó ante el Atlético (2-1 y 2-2).
Después llegó el palo ante el Racing en dieciseisavos de la 13/14 y la eliminación ante el Espanyol en los cuartos de la 14/15.
Ahora, ante el Celta, busca cambiar su propia historia y no volver a quedarse en las puertas de una final nacional, como ya hizo en la Europa League. Había caído dos veces en ‘semis’ (las dos con el Valencia y contra el Atlético) y llegó a Sevilla para levantar dos títulos continentales.