Luchará por su sexta Copa del Rey

Celta 2-2 Sevilla F.C.: ¿Otra vez a una final? Sí, otra vez

Celta 2-2 Sevilla F.C.: ¿Otra vez a una final? Sí, otra vez
Los jugadores del Sevilla celebran el pase a la final de Copa en el césped de Balaídos. - Aitor Torvisco
Aitor TorviscoAitor Torvisco 7 min lectura
Otra final. Sí, otra vez optará a levantar un título. El Sevilla luchará por su sexta Copa del Rey ante el Barcelona, en una reedición de la vibrante Supercopa de Europa que ambos equipos regalaron en agosto, con nueve goles (5-4) en 120 intensos minutos. Casi tan intensos como los 90 que este jueves se vivieron en Balaídos, en la vuelta de una semifinal que los de Eduardo Dato tuvieron que sudar y pelear hasta el final, ante un Celta combativo que tardó 70 minutos en perder la esperanza.

Una semifinal no es moco de pavo y el Celta no es un equipo del montón. Así, a pesar de contundente 4-0 de la ida, Unai Emery salió con el once más titular que tiene, donde sólo se echaba de menos al lesionado Krychowiak y donde estaban Rami y Kolo, apercibidos de sanción de cara a la final. Al final, aguantaron sin verla, no como N'Zonzi, que también estaba amenazado y no sólo fue amonestado (injustamente), sino que también fue expulsado por Martínez Munuera ya con el partido terminado. El galo se perderá la final, en la única mala noticia de un apoteósico viaje de vuelta desde tierras gallegas.

El Celta, espoleado por una afición encendida a pesar de la incesante lluvia que cayó sobre Vigo, salió con mucho ímpetu, aceleración y un arriesgado 1-3-5-2. No obstante, su fogosidad fue enfriada de inmediato por la excelente colocación de las líneas nervionenses. El Sevilla, con su clásico 1-4-2-3-1, defendía con dos líneas de cuatro, con Gameiro liderando la presión adelantada y Banega descolgado para tratar de salir a la contra.

Así, a pesar de que la posesión era celeste, los locales no lograban inquietar a la zaga blanquirroja. De hecho, tardó media hora en tirar. En el 31' Sergio Rico atrapó en dos tiempos un tiro cruzado de Aspas. Para entonces, el Sevilla ya se había asomado tímidamente al portal de Rubén Blanco y amenazaba con buenas salidas al contragolpe en las que le faltaba el último pase.

Con tanta asiduidad salía a la contra, que el Celta le pillaría en una de ellas. Marcelo Díaz roba y cambia de orientación para Orellana, que se interna en el área y la pone para que Aspas sólo tuviese que empujarla a portería vacía y pusiese en el 35' el 1-0, marcador con el que se llegó al descanso.

El inicio de la segunda parte fue una locura, con un Celta nuevamente desatado y un Sevilla que ya no estaba tan bien colocado como en el inicio del choque. Así, los celestes encontraron espacios y volvieron a encenderse. Sergio Rico no acertó a blocar una falta lejana de Marcelo Díaz primero y el posterior córner, que dejó a Aspas con la portería vacía; pero, por suerte para los visitantes, el gallego cabeceó fuera incomprensiblemente.

Los errores del meta causaron nervios. En el propio canterano y en sus compañeros, que se veían obligados a recular y que verían cómo, otra vez Aspas, acertaba a batir a su excompañero y ponía el 2-0 en un Balaídos encharcado en el que era imposible rasear el balón o conducir.

Era el minuto 55 y la cosa comenzaba a pintar mal. Ni siquiera el golazo de Banega dos minutos después, tras un robo de balón de Krohn-Dehli en la presión adelantada, logró calmar la tensión. Y eso que el tanto del argentino obligaba al Celta a marcar cuatro tantos para remontar la eliminatoria y poder estar en la final de Copa.

Y es que, en el 59', se juntaron una alocada salida de Sergio Rico y un disimulado piscinazo de Guidetti que acabó con Martínez Munuera señalando el punto de penalti y elevando a la categoría de infartante el encuentro. El sueco engañó por completo al meta, pero su disparo pegó en el poste, para alivio de la expedición sevillista y desilusión gallega.

Visto los agujeros, Emery echó mano de cemento y dio entrada, casi de manera consecutiva a N'Zonzi y Cristóforo por Iborra y Carriço, y poco a poco fue reencontrándose con la solidez. El tercer cambio, ya en el 72', fue la entrada de Konoplyanka por un Banega que se había vaciado. El ucraniano se situó en la izquierda; Vitolo, en la derecha y Krohn-Dehli jugó por dentro, por delante del doble pivote.

El paso de los minutos restó fe al Celta y el Sevilla comenzó poco a poco a salir de la cueva y a hacerse con los mandos. Tanto es así, que volvió a presionar arriba, y así llegó el 2-2 que sentenció la eliminatoria. Vitolo, pletórico, recuperó en zona de tres cuartos y la puso para que Kono sólo tuviera que empujarla y todo el sevillismo saborease ya la final. Otra final. La decimotercera que juega en sólo 10 años un club que se empeña en alargar la etapa más dorada de su longeva historia.


- Ficha técnica:

2 - Celta de Vigo: Rubén Blanco; Wass (Jonny, min.64), Hugo Mallo, Sergi Gómez, Planas; Tucu Hernández, Marcelo Díaz (Radoja, min.68); Iago Aspas, Orellana, Bongonda; Guidetti (Señé, min.71)

2 - Sevilla F.C.: Sergio Rico; Koke, Rami, Kolodziejczak, Escudero; Carriço (Cristóforo, min63), Iborra (N?Zonzi, min.55); Vitolo, Banega (Konoplyanka, min.71), Krohn-Dehli; Gameiro.


Árbitro: Martínez Munuera (colegio valenciano). Mostró tarjeta amarilla a Planas, Hernández por parte del Celta, y a Banega, Sergio Rico, N'Zonzi y Krohn -Dehli por parte del Sevilla.

Goles: 1-0 (35') Iago Aspas; 2-0 (54') Iago Aspas; 2-1 (56') Banega; 2-2 (88') Konoplyanka.

Incidencias: Partido de vuelta de las semifinales de la Copa del Rey disputado en el estadio municipal de Balaídos ante 15.201 espectadores, según anunció el club gallego.
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