Reencuentro con enjundia

Se marchó de Nervión por la puerta por la que a ningún futbolista le gusta salir y mucho menos al que siente los colores blanquirrojos desde la cuna. Para el fue un sueño cumplido defender la portería nervionense y una auténtica pesadilla la forma en la que abandonó el Ramón Sánchez-Pizjuán el verano de 2014, cuando el Sevilla rescindió, en primera instancia, su contrato de manera unilateral. Dos años y medio después Javi Varas regresa a su casa en las filas de Las Palmas, club que le ofreció la oportunidad de volver a Primera y donde, a sus 33 años, está realizando una temporada destacada, con actuaciones e intervenciones que han permitido amarrar algunos puntos más a los amarillos.

Hoy, el portero de Pino Montano saltará por primera vez al césped de la Bombonera tras su adiós, ya que el ejercicio pasado militó en Segunda división con el Valladolid, y lo hace sin rencor, porque se siente agradecido con el Sevilla, si bien no entendió que se le despidiera de una manera que el consideró muy fría para un futbolista criado en la cantera y que se había entregado al máximo a sus colores.

Antes de su desvinculación hace dos veranos, Varas ya visitó el Sánchez Pizjuán como rival, en la campaña 12/13, cuando jugaba cedido en el Celta de Vigo. Una experiencia negativa para el meta, pues recibió cuatro tantos en la goleada sevillista (4-1).

Javi Varas sólo se ha perdido dos partidos ligueros en la presente temporada, el primero, por una sanción que arrastraba, y el cuarto al ser expulsado en la tercera jornada. A partir de ahí, lo ha jugado todo, para sumar un total de 21 encuentros, en los que ha recibido 31 tantos. En la primera vuelta mantuvo la portería a cero contra el Sevilla (2-0).