Pulso a la historia a medida del campeón sevillista

La eliminatoria que arranca el jueves se presenta como un pulso sevillista a la historia. Como un desafío a precedentes muy negativos para los intereses nervionenses. A estadísticas que rezan que en la mayoría de ocasiones en la que el Sevilla ha dirimido su futuro en una eliminatoria contra el Athletic ha salido escaldado, con el matiz, eso sí, de que siempre se ha producido en la competición copera, nunca en Europa, escenario en el que se miden por primera vez.

Así las cosas, ambos equipos se han cruzado en siete ediciones del torneo del K.O. y los hispalenses únicamente consiguieron seguir adelante en 1948, en octavos de final, merced a los goles de Juan Arza y Campos en la vuelta. Antes ya había caído dos veces, la primera de ellas en los despachos. Ocurrió en 1921, en una semifinal muy peculiar cuyos dos partidos se disputaron en Madrid por la negativa del Athletic a viajar hasta el sur de España. El Sevilla de Kinké y Spencer ganó la ida por 2-4 y empató a uno en el que ejerció de local, por lo que se había ganado el pase a la final, si bien el Athletic denunció alineación indebido en la vuelta argumentando que Ocaña, León, Rey y Spencer habían jugado las primeras fases con otros equipos. La Federación, en deuda con los vascos, les dio la razón con la consecuente eliminación blanca.

Doce años después, las fuerzas no estaban igualadas, pues los ´leones´ estaban en la cima y el Sevilla, en Segunda, y hubo muy poca historia. Tampoco ofreció excesiva resistencia en 1973, ya que, después de un 0-0 en casa, sufrió una goleada en tierras bilbaínas (5-2), lo mismo que sucedió en la edición de 1978 (5-0). Más igualadas resultaron las dos últimas caídas, pues en 1980, en la cuarta ronda de la competición, tomó ventaja en el Sánchez Pizjuán (2-1), pero los norteños remontaron en su feudo con un 2-0 que dejaba en la cuneta al cuadro sevillista.

La más reciente, en 2009, alberga un recuerdo muy amargo, con otra remontada del Athletic después del 2-1 en Nervión, con un partido pésimo en San Mamés en el que sucumbieron por 3-0. Precedente que, junto al resto, quiere enterrar a partir del jueves con la condición de tetracampeón de la Europa League como aliada.