Javi Varas, su salida del Sevilla y la valía de Sergio Rico

Javi Varas, su salida del Sevilla y la valía de Sergio Rico
Javi Varas, junto a Julián y Sergio Rico en un entrenamiento. - Álvaro Pálomo
Álvaro PalomoÁlvaro Palomo 7 min lectura
Varas, con un "cosquilleo en el estómago" desde hace días, regresa el sábado a la que considera su casa y lo hace como líder con Las Palmas, "sin ningún rencor" por el pasado y convencido de la valía de Sergio Rico.

- ¿Cómo ha gestionado con el tiempo no salir del Sevilla como le hubiera gustado?
- Me habría gustado salir con normalidad. Habría sido el más feliz con que me hubieran dado la mano y deseado suerte, pero al final el tiempo lo cura todo. Además, no le guardo rencor a nadie. Mi salida fue así y ya está, no sé que circunstancias se dieron para eso, pero no le doy importancia. Voy a seguir siendo sevillista por encima de todo, de aquí hasta el día que me muera. Fue un verano duro, porque todo se alargó mucho y llegué al Valladolid con poco tiempo para aclimatarme, pero todo fue bien y ahora en las Palmas he hallado la estabilidad.

- ¿Siente que ha encontrado fuera lo que no halló en su propia casa?
- Es diferente. Cuando juegas en casa no desconectas, eres futbolista 24 horas. Después de entrenar, con los amigos en ‘whatsapp’ hablas de fútbol, vas al bar y hablas de fútbol… Aquí acabo de trabajar y desconecto y allí en Sevilla eso no lo tenía. Hubo un momento de mi vida que lo pasé mal por esto, porque vivía para el fútbol y no encontraba esa tranquilidad que se necesita; no se lo achaco a nadie, fui yo el que no supo gestionar el sentimiento de responsabilidad como sevillista.

- Lo que me ha explicado recuerda a los motivos que dio Monchi cuando anunció en junio que se marchaba.
- Comprendí mucho a Monchi cuando pasó aquello. Él tiene un cargo de responsabilidad y no desconectar en los muchos años que lleva conduce a eso. Vive por y para el Sevilla 24 horas, lo que provoca que haya un momento en la vida en el que dices que tienes que parar, porque te afecta en el día a día, en el trato con los tuyos…

- Antes de marcharse coincidió con Sergio Rico, ahora titular en el Sevilla, ¿cómo valora su evolución?
- Cuando entrenaba con nosotros le veía cualidades, pero, en estas situaciones, siempre se duda de que cómo va a reaccionar bajo los palos, por su juventud y porque es una portería importante. En su caso, aprovechó su oportunidad por las lesiones y desde entonces ha rendido bien y ha aparecido en los partidos determinantes. Le ha pasado muchas cosas en poco tiempo y ha crecido mucho, aunque todavía no ha tocado techo. Cuando fui a jugar allí el curso pasado le dije que disfrutara, que todo lo que tiene se lo ha ganado. A día de hoy, es un portero consagrado y respetado, los peros ya son cuestión de gustos.

- A pesar de su buen rendimiento el canterano nunca deja de estar en el punto de mira, ¿cree, desde su experiencia, que ése es el precio que hay que pagar por ser de la casa?
- La portería del Sevilla pesa mucho y es complicado, pero él es fuerte. Además, ser canterano es difícil en todas las posiciones; recuerdo que vi el debut de Puerta, que en paz descanse, y los comentarios en la grada eran todos malos, y con trabajo convenció a todo el mundo. Resulta muy difícil caer con buen pie, y más en la portería, pero ahora han llegado Sergio Rico y David Soria, lo que refleja la buena salud de la cantera en este puesto. Pienso que Sergio es portero para el Sevilla y hay que apoyarle.

- En relación al partido, se enfrenta a un Sevilla totalmente distinto al del curso pasado...
- Ha dado un cambio tan grande que me cuesta evaluarlo. Estamos en una fase que no sabemos qué Sevilla nos vamos a encontrar, sólo tenemos la idea del estilo de Sampaoli, que prefiere ganar 6-4 a 1-0 y que le gusta el fútbol ofensivo… Cuando juntas a tantos jugadores buenos te tiene que salir bien, porque la calidad es tremenda, pero el Sevilla está ahora en fase de construcción. Hay que ver cómo reacciona tanta gente nueva y ante una idea tan distinta a la anterior. Hasta los más veteranos tienen que adaptarse.

- ¿Cómo espera el partido?
- En las primeras jornadas se producen muchas sorpresas, porque los equipos están cuadrando piezas y hay muchos desajustes. Cuesta calibrar a los rivales, y sólo te puedes hacer una idea de lo que esperar. Yo he visto los dos primeros partidos del Sevilla y a mí me cuesta entender el estilo de juego, pero aún es pronto.

- Con Sampaoli y Setién en los banquillos, ¿intuye una batalla por el balón?
- Más que querer la pelota, son dos equipos que desean ser protagonistas. Va a ser una batalla, porque todo el tiempo que tengamos el esférico no lo tendrán ellos, si bien ambos lo buscarán para generar peligro, no para especular.

- Por último, ¿qué opina como portero de la importancia que ha adquirido en el fútbol en general y en el Sevilla de Sampaoli en particular el juego con el pie?
- A mí particularmente me gusta, porque me siento bien con los pies. Cuando llegó Quique Setién a Las Palmas habló conmigo y me dijo que, sin ser suicidas, quería que participara en el juego. Era consciente de que en algún momento llegaría un error, y así fue, porque es un cálculo de probabilidad, pero un solo fallo entre muchas acciones acertadas no te penaliza. Esta participación activa te permite estar metido en el juego, concentrado, y que en ningún momento te sorprendan en frío.
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