Luciano Vietto ha estado esta noche en el programa 'A Balón Parado', de 'SFC Televisión' donde en, un ambiente distendido, el punta argentino ha repasado su carrera, hablando de sus
inicios: "Con cuatro años empecé a jugar en la escuela del barrio. Siempre me gustó marcar goles y jugar de delantero como mi padre y mi hermano. A los 13 años me llevaron a Estudiantes y empecé a estar sin mi familia. Ellos me acompañaron al principio a ver si me podía adaptar y al final tomé la decisión de quedarme. Cada vez que pasa una situación de esas, uno va madurando. Hay que tomar decisiones y con quince años decidí que lo que más quería era jugar al fútbol. Afortunadamente, mi familia siempre me apoyó".
El delantero cedido por el Atlético de Madrid, que viene de "una ciudad en la que se trabaja en el campo", ha desvelado algo más sobre su persona, reconociendo que el asado es una de sus comidas favoritas, aunque no le van los fogones. "No me acerco a la parrilla", ha reconocido entre bromas.
El suramericano, que ha estado acompañado por
Correa, Nico Pareja y Franco Vázquez, está esperando a que bajen las temperaturas para conocer la ciudad, aunque la presencia de sus compatriotas le ha servido para adaptarse: "
Nico es muy atento. Estaba más pendiente de mis cosas que de las suyas".
Por último, el exfutbolista del Villarreal, que de momento no se queda con ningún entrenador en especial, ha contado cómo se fraguó su llegada al
Ramón Sánchez Pizjuán: "Estaba en mi país de vacaciones y recibí una llamada de
Sampaoli preguntándome si estaba interesado en venir acá. La temporada en el Atlético no fue muy buena y el Sevilla era el equipo idóneo para agarrar confianza y continuar con mi carrera".
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