Nasri deja claro a lo que ha venido al Sevilla

La preocupación con la llegada de Samir Nasri radicaba en si se comprometería con el proyecto sevillista y aterrizaba con la intención de recuperar su mejor versión. Dudas que empezó a despejar en su estreno y que enterró ayer en San Mamés, donde se encargó de dejar claro a qué ha venido a Nervión. Porque el franco-argelino agarró el timón con decisión en pleno naufragio de un plan sin rumbo e iluminó a un Sevilla completamente perdido. Dio un paso atrás para rescatar la pelota de la desesperante circulación en la defensa y ejerció de bisagra con la segunda línea guiado por su talento natural y sus deseos de volver a sentirse importante.

El poco fútbol exhibido por el Sevilla en 'La Catedral' lo generó él a base de asociaciones y acciones plenas de clase, como la que terminó con el que supuso el gol del empate. Cada vez mejor físicamente, lo único que le faltó fue acompañamiento, pues ni siguiera Vitolo y el 'Mudo', que entraron en la segunda parte, estuvieron ayer a su altura. Nasri promete.