Aunque el viernes no recibió ningún gol, por la ausencia de definición granota y el acierto de
Sergio Rico, el
Sevilla volvió a evidenciar una flaqueza defensiva preocupante, concediendo numerosas llegadas al
Levante.
Un déficit a nivel integral, por la ausencia de solidez y cohesión en la contención y los deficientes repliegues, lo que expone en demasía a una retaguardia que no ocupa bien los espacios ni se entiende lo suficiente como para realizar coberturas fructíferas.
Este problema de entendimiento y de contundencia podría agravarse el miércoles en
Anoeta, donde
Berizzo tendrá que encontrar una solución para este agujero, más amenazante si cabe por la ausencia del que, a día de hoy, es el principal bastión de la defensa, el galo
Clément Lenglet. Y es que el galo vio la quinta amarilla en la cita contra el
Levante y por ende causará baja por sanción, situación que ha demorado lo más posible, pues sumaba cuatro amonestaciones desde el choque en
Mestalla del 21 de octubre.
El francés ha demostrado madurez para vivir sobre el alambre pero contra el
Levante se vio obligado a hacer una falta que le costó la suspensión y su ausencia en
Anoeta. Ante esta sensible pérdida, todo apunta a que
Berizzo utilizará el comodín de
Geis, que, ante las lesiones de
Carriço, Pareja y de Kjaer, copó la titularidad durante cinco partidos, tres de ellos en
Liga. Su correcto rendimiento en una posición que no es la suya natural no impidió que el danés le arrebatara su puesto en cuanto se recuperó, si bien la baja ahora de
Lenglet obliga al de
Cruz Alta a recurrir a él de nuevo.
De ser así, formaría un centro de la zaga inédito hasta la fecha junto a
Kjaer, con el que nunca ha coincidido atrás, ya que su irrupción se debió precisamente a su lesión. Nunca han jugado juntos y esto puede suponer un problema, y más sin
Nzonzi o el propio
Geis para fortalecer el centro del campo con un doble pivote-
Krohn Dehli con Pizarro es lo más defensivo que podría alinear en este caso-.
No es descartable, aunque sí poco probable a tenor de los precedentes con
Berizzo al mando, que situara a
Mercado como central al lado de
Kjaer y adelantase al centrocampista alemán. Este movimiento le concedería la titularidad a
Corchia, lo que tendría sentido para, con una medular más rocosa, darle salida al juego por las bandas.