Recordaba Unai Emery en su blog una frase que siempre le comentaba su ´ama´ (madre) -'Bide txigorra, bide gogorra'- y que venía a decir algo así como que no hay atajo sin trabajo. Y eso, ayer, es lo que precisamente demostró el Sevilla del vasco, que no se amilanó con el 0-1 del Real Madrid y que consiguió darle la vuelta al luminoso, siendo el primer equipo que pone a los blancos por detrás del marcador en lo que va de temporada.
Un Sevilla que, a diferencia de otras ocasiones, creyó en sí mismo y fue a por el partido hasta el final, jugándole de tú a tú a un Real Madrid que, con el resultado a favor, retrasó su posición, dejando atrás ese Sevilla amilanado que, en el inicio, esperaba a los blancos con una defensa adelantada e intentando sacar el balón a la contra desde demasiado atrás. Unas bandas como estiletes, un Konoplyanka espectacular y un hipermotivado Immobile le dieron la razón: Sin trabajo, no hay atajo.