Por convicción o por necesidad, Pepe
Mel ha tirado siempre de la cantera. A lo largo de los
tres años y medio en los que estuvo al frente del equipo en su primera etapa llegó a darle la alternativa hasta
diecisiete canteranos. Ahí es nada.
No todos tuvieron la suerte de asentarse en la elite, pero las carreras de jugadores como
Beñat,
Álex Martínez,
Pozuelo, Álvaro
Vadillo o
Adrián San Miguel, entre muchos otros, llevan estampadas la firma del técnico madrileño en el apartado de descubridor o principal valedor.
En el verano del 2010, momento en el que se hizo cargo del equipo para liderar el regreso a Primera división, el club estaba a las puertas de un proceso concursal, judicializado y con escasos recursos para reforzar al equipo. La presencia de canteranos al primer equipo se convirtió en una necesidad. Jugadores como
Cañas,
Isidoro o
Israel promocionaban de forma definitiva, al tiempo que las circunstancias abrían el paso a talentos hasta el momento ocultos como
Beñat Etxebarria.
El centrocampista vasco fue el principal exponente de la apuesta de Mel por el producto autóctono. Su papel en el ascenso fue de vital importancia, casi a la altura de la de
Rubén Castro, máximo goleador del equipo con
27 goles en Liga. Aquel curso, Mel también dio la oportunidad a
Ezequiel, Razak, Fran No, Manu
Palancar,
Álex Martínez,
Sergio Rodríguez y
Miki Roqué, al que una enfermedad mortal le truncó su brillante futuro en el balompié.
Ya con el equipo en Primera división (
11/12), Mel dio continuidad a los jugadores que lograron el ascenso, incorporando para su causa a Álvaro
Vadillo,
Pozuelo y
Nono, tres talentos que han corrido dispar suerte con el paso del tiempo.
Un año después fueron hasta
seis jugadores del filial los que encontraron su sitio en el primer equipo, si bien el actual portero del
West Ham, el exitoso
Adrián San Miguel, ha sido el único de aquella ornada que ha logrado mantenerse en la máxima categoría. Le acompañaron
Carlos García,
Vilarchao,
Caro,
Pepelu y
Fausto Tienza, quienes tuvieron una aportación casi testimonial en la mayoría de los casos. Con la destitución de Mel se truncó una dinámica que pasó a ser minoritaria con sus sucesores. Así, Juan Carlos
Garrido hizo debutar a
Abeledo, mientras que
Calderón, a
Juanma,
Pibe y Dani
Ceballos. Sólo éste último ha tenido continuidad hasta el presente.
Con todo,
el regreso de Pepe Mel el pasado mes de diciembre se recuperó no sólo un clima sin crispación. El técnico puso en práctica de nuevo la sana costumbre de volver a contar con la cantera. El debut el pasado fin de semana de Álex
Alegría es la mejor prueba. Con él, ya son 18 los canteranos ´by Mel´.