Tardará mucho
Ceballos en olvidar el 2015 que ahora expira. Aparte de consolidarse en el primer equipo del Betis, convirtiéndose en pieza clave del ascenso a Primera, el utrerano cumplió su sueño de enfundarse la camiseta de la
selección española. Lo había hecho en noviembre del año anterior en tres amistosos, pero su afianzamiento con la sub 19 llegó a partir de marzo de éste, logrando la clasificación para el Europeo de la categoría, que la ‘Rojita’ se adjudicaría en julio, con Dani en su versión más estelar. Ese nivel no había pasado inadvertido para
el míster de la sub 21, Albert Celades, que empezó a convocarlo antes de la magna cita y confirmó después su salto a un combinado en el que
el ‘8’ es capitán general.El segundo equipo nacional ha sido, además, oasis y refugio para el mediocampista durante el ‘culebrón’ en el que derivó su
ampliación de contrato, que le había generado mucha tensión, tanto por las críticas de un sector de la afición como por la merma en su rendimiento. Con la estrella en el pecho, Ceballos es otro, circunstancia que no sólo se refleja en su juego, sino que corroboran los números. Tanto es así que su promedio de participación y
su influencia en los resultados es muy superior con España que con el Betis.En este sentido, el canterano heliopolitano suma en lo que va de curso
286 minutos con la sub 21, divididos en cinco encuentros (tres como titular y dos completos), lo que supone una media 57,2 minutos. Además, ha logrado
dos goles y brindado una asistencia, consiguiendo cuatro victorias y un empate. Por el contrario, sus
460 minutos como verdiblanco se reparten en once encuentros (41,5 de promedio), donde obtuvo tantos triunfos como tropiezos (cuatro), por tres empates. Todavía no ha marcado tanto alguno, aunque sí propiciado uno (el de Petros ante el Deportivo), al tiempo que sólo partió desde el inicio en cuatro ocasiones,
sin que haya disputado noventa minutos de golpe. Encima, fue expulsado en Valencia (de manera rigurosa, todo sea dicho), amén de que ningún compañero ha sido amonestado más veces.
La explicación de esta versión utrerana de
Jekyll y Hyde puede estar en la exigencia de competiciones y rivales, pues la todavía Liga BBVA es una de las más importantes del mundo. Además, en las categorías inferiores de la selección
juega desinhibido, rodeado de talentosos futbolistas de su generación, acostumbrados a ser mejores que la mayoría de oponentes. Sin embargo, muchos apuntan a que una de las claves reside en la posición que ocupa en el campo. Así, si con De la Fuente tenía libertad y solía actuar escorado en una banda,
Celades lo prefiere de mediocentro o de ‘enganche’, su rol
preferido.