Da la gratificante impresión, al menos desde fuera, que el
Betis no va a perder un partido hasta que le dé la gana. Es una exageración, claro, si bien la fenomenal inercia verdiblanca rompe cualquier teoría medianamente asida a la lógica. El equipo de
Quique Setién se encuentra en un gran momento de forma, también de madurez, al tiempo que el giro táctico de los tres centrales ha logrado que la seguridad defensiva (cinco partidos sin encajar ya) se convierta en el gran arma de un grupo ambicioso, voraz, letal y, por si fuera poco, preñado de confianza y fe.
Las que le hacen perseguir hasta el último suspiro un gol que, como ante
Las Palmas o en Getafe, se antoja esquivo. A buen seguro, la fortuna ha tenido que ver bastante en varias de las seis victorias consecutivas que han disparado a los heliopolitanos hacia la quinta plaza, aunque centrar el análisis en un solo factor sería un error mayúsculo. Este
Betis funciona como una máquina bien engrasada por muchas otras razones. En buena medida, porque la promoción de tres canteranos tan descollantes como Loren (que vuelve a la lista y, posiblemente, al once inicial),
Junior (héroe el jueves por su tanto en el 94) y
Francis (aún renqueante) han hecho despabilar y apretar a otros como
Sergio León, Boudebouz o Barragán. Una competencia que, bien entendida, siempre hace crecer a una escuadra.
De todas formas, acariciar la
Europa League no es tocarla, ni mucho menos agarrarla. Por eso, y aunque el rival de esta noche se las trae (matemáticamente clasificado para la
Champions con seis jornadas de antelación, en semifinales de la UEL, invicto en su estadio en LaLiga esta temporada...), a estas alturas, no se puede titubear. Se ha puesto tan alto a sí mismo el listón el
Betis que ya no cabe presión que valga. Los de
Setién han metido la directa hacia la quinta plaza, por lo que, en realidad, no han de tocar casi nada de lo que está funcionando hasta ahora.
Relativamente, porque la jornada intersemanal, el cansancio de algunas piezas, la sanción de
Sergio León, las contusiones que arrastran los mediocentros titulares (
Fabián y, sobre todo,
Guardado) y los estragos de un virus estomacal que afecta al vestuario condicionarán la alineación. Lo esperado es que el santanderino no toque la línea de tres centrales ni, obviamente, al portero, como tampoco a los carrileros, a gran nivel.
Javi García, que ha cumplido sanción y aprovechado para superar unas molestias, podría relevar a
Guardado en el eje, donde seguiría el '6'. Por delante,
Tello y/o Camarasa cuentan con opciones de entrar por
Boudebouz o Joaquín, mientras que
Loren cuenta con ventaja sobre
Sanabria y Rubén Castro para ser la referencia, pero tampoco habría que descartar la presencia de dos puntas en detrimento de uno de los dos mediapuntas habituales.