Un bochorno que no tiene fin

Un bochorno que no tiene fin
Municipal As Eiroas, estadio del Bergantiños, que ya había iniciado las obras de acondicionamiento. - Aitor Torvisco
Aitor TorviscoAitor Torvisco 3 min lectura
El partido de la Copa del Rey que medirá al Bergantiños con el Sevilla, el próximo día 18, dispone de tantos escenarios posibles que a día de hoy sigue sin fijarse sede alguna, en un sainete sin final. Un bochorno nacional que ha provocado que se hablase en un principio de jugar en As Eiroas, el feudo del municipio coruñés de Carballo; a postularse Riazor; luego Balaídos, tras la negativa del Deportivo a ceder su feudo; el Ramón Sánchez-Pizjuán, que está a casi 1.000 kilómetros; el Vero Boquete de Santiago de Compostela, opción preferida ayer por el modesto club... y de vuelta ayer a la casilla de Riazor casi por imposición de la RFEF, que lejos de hallar soluciones a este cúmulo de despropósitos en la que estaba llamada a ser la ‘Copa de los humildes’, ahora se dedica a poner ultimátum.

La Federación le ha ofrecido al Bergantiños, de Tercera división, cuatro alternativas para ser el escenario del partido de Copa ante el Sevilla y entre ellas está Riazor, pues el club blanquiazul ha cedido a la presión de Rubiales y accede a cederlo.

Desde Las Rozas han ido todavía más lejos al amenazar con fijar la sede si hoy miércoles el Bergantiños no escoge entre Riazor, Abegondo (la ciudad deportiva del Depor), A Malata (en Ferrol) o el propio estadio Vero Boquete, una opción que había elegido ayer como mal menor, pues le obligaría a tener que compartir los ingresos y a desplazar unos 45 kilómetros a su afición. “El propio Rubiales dijo que tenía la intención de dar la oportunidad a los modestos de jugar en su campo, debió tener en cuenta todo esto”, señaló en ‘Radio Marca’ Luciano Calvo, el presidente del equipo gallego, quien prevé “un partido algo descafeinado y una situación ruinosa” para el Bergantiños “por tener que correr con todos los gastos que se generen en Compostela”. “Tendremos que poner precios populares. La entrada costará 10 euros. No irá mucha gente y el asunto va a ser ruinoso. En otra circunstancia serían unos ingresos importantes para nuestro club”, lamentó el dirigente.
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