"No soy una persona dudosa respecto a la cantera; he puesto a jugar a los chavales cuando he creído que podía ganar con ellos.
Vengo de la cantera y soy fiel seguidor de la cantera", aseguraba Setién en
Onda Cero, añadiendo que los datos están ahí para quien quiera consultarlos y lo cierto es que no le faltan razón a sus palabras.
De hecho,
en sus dos años en el Betis, apostó por tener una plantilla corta para dejar cabida a la cantera (a pesar de que el filial verdiblanco está en Tercera) y no tuvo reparos en dar su sitio a los jóvenes de la casa. Tanto es así que hizo debutar a
un total de 10 futbolistas con el primer equipo; muchos de ellos con un peso específico notable en el equipo y protagonistas de ventas millonarias que han posibilitado que el club crezca mucho en las últimas temporadas.
En la 17/18, su primer año en el Betis, dio la alternativa a
Francis, Juanjo Narváez, Loren, Junior, Redru (sólo en Copa),
Aitor Ruibal y Julio Gracia, además de dar minutos a
Rafa Navarro y Pedro López, que ya habían debutado testimonialmente con anterioridad, y propiciar la consagración de Fabián, un jugador clave.
Esta tendencia habitual tuvo continuidad en su segundo y último año, pues en la 18/19 hizo debutar a
Kaptoum, Edgar y Robert. Además, citó en alguna ocasión a
Diego Altamirano y Paul Akouokou, aunque no llegaron a poder estrenarse. Tampoco
Dani Rebollo, que fue su tercer portero y un habitual en los desplazamientos.
Otros canteranos béticos que entraron en alguna lista con el cántabro sin llegar a jugar fueron
Collado, Garijo, Irizo, Tellado y Julio Alonso.
En Las Palmas no fue menos. Sin ir más lejos, hizo debutar a Erik Expósito, a Yeremi y Jefté Betancort, a Benito Ramírez, Stephane y Carlos González; además de consolidar a Tana, Roque Mesa o Jonathan Viera, entre otros. Igualmente, en Lugo, sacó a jugadores como Keko Vilariño, Dani Pedrosa, su hijo Laro, Iago Díaz, Julio Camba o los porteros Manu Cedrón y Pablo Cacharrón, entre otros.