La vuelta de Musonda

La vuelta de Musonda
La vuelta de Musonda. - A. S.
Alejandro SáezAlejandro Sáez 3 min lectura
El exbético Charly Musonda dejó un grato sabor de boca en el Benito Villamarín, hasta el punto de que en alguna ocasión se pensara en la posibilidad de poder retenerlo. Sin embargo, la suerte le ha sido esquiva en el fútbol y, tras su prometedor paso por el Betis, no ha vuelto a levantar cabeza.

Una lesión de rodilla ha amenazado con retirarlo como profesional, llegando los médicos a indicarle que tenía un 80% de posibilidades de abandonar el fútbol. Musonda ha sufrdo un calvario de lesiones, rompiéndose el ligamento cruzado en dos ocasiones a lo largo de dos años. La primera, en el Vitesse en 2018. El curso pasado, sin ir más lejos, apenas disputó tres partidos antes de pasar de nuevo por el quirófano. Y es que Musonda no disputa un partido como profesional desde el 16 de agosto de 2019.

Así relata el propio Musonda su particular calvario a través de su cuenta de Instagram, donde ha mostrado sus primeras imágenes disputando un partidillo tras más de un año de recuperación. Emocionado, ha querido transmitírselo a todos, sabedor de que es un primer paso en su vuelta a los terrenos de juego: "Después del duro trabajo, la oportunidad de jugar algo de fútbol es demasiado bueno para dejarlo pasar. Seguimos fuertes en el trabajo, algo que exigen una tremenda dedicación. Trabajar duro, fortalecerse y ser capaz de volver a un entrenamiento completo repetitivo permanente, con un dolor mínimo y con toda su fuerza. Paso a paso, sin darse por vencido".

La historia de Charly Musonda.

No es ésta la primera vez que Charly Musonda comparte su recuperación en redes sociales, habiendo hablado sobre su calvario en más de una ocasión a través de sus perfiles. Así narraba el belga hace un mes su historia: "Han pasado cuatro años desde que podía jugar partidos profesionales seguidos. Tres años desde la última vez que jugué para mi club. En dos de esos últimos cuatro años, me lesioné el ligamento cruzado de la rodilla. No sentía nada más que angustia y dolor. Los médicos me dijeron que pasar por una cirugía después de haber estado tanto tiempo fuera sería mi final".

"Seguiré escalando la montaña insuperable todos los días para correr con el balón una vez más, porque no hay mejor sensación que enfrentarse a uno mismo y sentirse vivo. Hasta que llegue el momento seguiré entrenado y creyendo en una remontada imposible", apostillaba.
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