Este jueves cumplirá
30 años. Y lo hará en el
mejor momento de forma de su carrera, al menos como jugador del
Real Betis. Dicen los que le han seguido desde que despuntaba en las categorías inferiores del Sporting Clube de Portugal que jamás fue un centrocampista tan
solvente y resolutivo, si bien tenía a media Europa detrás cuando los heliopolitanos se adelantaron en el verano de 2018, abonando 16 millones de euros (y otros cuatro en bonus) por el 75% de su pase, aumentado hasta el 80% con la venta a los lisboetas de Zou Feddal. De momento, el luso-angoleño ha igualado
su mejor registro anotador (4 tantos, como en la 13/14), con ocho oportunidades más para elevar el listón de aquí al final del presente curso. Y es que el '14' se ausentará en Cádiz por acumulación de amonestaciones.
Seguramente servirá para desempatar, llegado el caso de que no anote su quinta diana,
la extrema belleza de dos de los 'chicharros' que ha logrado el internacional portugués,
sin desmerecer el derechazo desde la frontal en el Ciudad de Valencia ante el Levante en LaLiga ni el zurdazo a la media vuelta en el José Zorrilla de Valladolid en la Copa del Rey. Y es que si lo de
Vallecas, en la ida de las semifinales de la presente edición del torneo del K.O. fue una
obra de arte, no le queda a la zaga el 3-1 a
Osasuna de la jornada 30 del campeonato doméstico de la regularidad.
Difícil elegir. Como cuando a un niño le preguntan si quiere más a papá o a mamá. El caso es que William Carvalho, indiscutible para Manuel Pellegrini, se acerca a la última ventana de transferencias en la que se podrá recuperar parte o toda la inversión realizada, pues, si continúa pero no renueva, podrá comprometerse con quien desee libremente las próximas Navidades para llegar a coste cero en la 23/24.
Es por eso que
el Betis ha iniciado los contactos con su agencia de representación, Media Base Sports,
para estudiar la continuidad del internacional portugués, que siempre ha exhibido y verbalizado su predilección por Sevilla, aunque, por ahora, no se ha producido ninguna reunión ni existe un anuncio acerca de su predisposición por parte de
Pere Guardiola. Sea como fuere, el mediocentro deberá
valorar si le conviene emigrar para ganar más dinero o ampliar su vinculación con los verdiblancos, aunque ello suponga ajustar un poco sus emolumentos (2,5 millones de euros netos por campaña, prima de fichaje prorrateada incluida). Todo se andará, pero, ante la necesidad de realizar una gran venta el próximo verano, en la planta noble del Benito Villamarín existe un
debate sobre si debe salir William u otro de los puntales (Guido Rodríguez, Borja Iglesias, Álex Moreno...).
Mientras tanto, el beticismo sigue celebrando el estupendo momento de Carvalho y rememorando dos golazos de antología que han supuesto, por ahora, la ventaja clave del Betis en las
semifinales de Copa y la tranquilidad previa a la goleada contra Osasuna en LaLiga. En el primero, allá por el 9 de febrero, el Rayo Vallecano se había adelantado pronto por medio de Álvaro García, que remachó en el segundo palo un centro de Balliú que no pudieron frenar ni Álex ni Sabaly, aunque Borja Iglesias había puesto las tablas antes del descanso con un soberbia derechazo junto al palo, después de un par de recortes en la frontal. Con la segunda parte ya languideciendo,
Tello se la dejó en la frontal a William, que tiró de clase y pausa para marcharse de Catena con un autopase entre las piernas y definir perfectamente en el mano a mano con un desconcertado Dimitrievski, con técnicos y compañeros de equipo echándose las manos a la cabeza en el banquillo visitante de Vallecas.
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Ante los rojillos, un tanto de Budimir en la reanudación había devuelto la incertidumbre, pese al doblete de Juanmi antes del descanso para poner en justa ventaja al Betis. Incluso, el balcánico llegó a empatar enseguida, si bien estaba en fuera de juego, por lo que la acción quedaría anulada. Aunque Osasuna tampoco acariciaba el 2-2, hacía falta un tanto que trajera definitivamente la calma a las gradas del Coliseo de La Palmera. Y fue el luso quien lo protagonizaría.
Un saque en largo lo peleó por alto al borde del área Willian José, quien habilitaba al 'pichichi' verdiblanco para que éste conectara con Carvalho, hábil para deshacerse de Aridane con un control orientado y aún más para regatear a Sergio Herrera en el mano a mano, cambiándosela de pierna para batirle a puerta vacía. Luego, Álex Moreno 'se picó' y remató la faena (4-1) con otro tanto antológico, regateando a dos rivales (túnel incluido) en el área para definir con su pierna mala.