"Me siento bien porque el Deschamps sabe dónde ponerme y me beneficio de la situación, así como de la confianza que me brindan el técnico y mis compañeros".
Antoine Griezmann mandaba anoche desde Francia un mensaje a su entrenador,
Ronald Koeman, y a un club, el
Barça, en el que se siente figura de segunda fila.
Sus palabras podría desatar un nuevo conflicto interno ahora que las aguas parecían calmarse. El delantero galo sigue mostrando un nivel con Francia que no ha desarrollado en el año y tres meses que ya lleva en Barcelona, en parte, según él, porque no está jugando en el sitio donde puede hacerlo mejor. "No entiendo por qué juega en la derecha", decía el propio Deschamps antes de vérselas anoche
ante Croacia.Ante los subcampeones del mundo, Griezmann
abría la cuenta con un golazo que ayudaría en el importante triunfo de su equipo (1-2). "Creo que ha sido uno de mis goles más bonitos. Intenté pegarle bien, puse todo y si se iba a la tribuna daba igual. Me siento bien. El entrenador sabe dónde ponerme, así que me aprovecho de la situación, así como de la confianza que me brindan el técnico y mis compañeros", afirmó Griezmann tras la victoria.
El jugador blaugrana volverá hoy a entrenarse en Can Barça junto a sus compañeros para preparar el partido del sábado en Getafe y se las verá con su entrenador, al que el mensaje le habrá llegado. Aunque mientras esté
Messi en el once, el puesto que quiere Griezmann tiene dueño.