El exbético que aún no ha aceptado la muerte de Maradona

El exbético que aún no ha aceptado la muerte de Maradona
- J. L.
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 3 min lectura
"Cuando me enteré de la noticia, inmediatamente le envié un mensaje a un amigo periodista que sabía que era cercano a él. '¿Es cierto?' Él respondió 'sí ...' En ese momento no puedes ... no puedes creerlo. Recordé las veces que Diego estuvo en situaciones similares, que estuvo en el hospital y que los rumores sobre la enfermedad multiplicado. su muerte. Y luego pensé 'no puede ser, es solo lo que están diciendo. Probablemente no sea nada'. Y realmente no fue nada. Maradona siempre se recupera. Maradona siempre sobrevive. Había pasado tantas veces. Es una más. Pero entonces no llega la noticia de su recuperación. Me puse ansioso mientras esperaba. Le envié un mensaje a Claudia, su exmujer, para saber si era cierto. No lo he aceptado, tu mente se niega a aceptarlo. Para mí Diego siempre estaría ahí, estaba seguro de que llegaría a los 100 años". Quien ha escrito estas palabras es el exdelantero bético Martín Palermo.

El actual entrenador del chileno Curicó Unido, apodado 'El Loco' de su época de jugador, narró cómo se sentía en una carta publicada por The Players Tribune, en la que el exverdiblanco narra como vivió y vive el fallecimiento de su ídolo, con quien jugó brevemente en Boca Juniors en 1997 y luego lo dirigió en la selección.

Fueron sólo unos meses, pero Palermo lamenta no haber podido disfrutar más de aquellos momentos. "Fue una bendición poder jugar -con él- en los últimos meses de su carrera. Obviamente no estaba en su máxima expresión (...) Se puso a entrenar y fue como si todo se detuviera, solo vimos lo que estaba haciendo con el balón, nos quedamos con la boca abierta mientras poníamos un libre al ángulo. No exagero, Diego supo meter la pelota donde quería. Pero todo fue rápido, fueron solo unos meses y ahora, mirando hacia atrás, creo que debería haberlo sabido disfrutar más", lamentó Palermo, quien aún no sabe cuándo podrá asumir la pérdida de su amigo.

"No sé cuándo enfrentaré la realidad. Tal vez en algún momento tenga que aceptar que Diego se fue, así como tuve que aceptar la muerte de mi hijo. Tendré que cruzar ese puente y decir 'no está' aquí. Nunca más. Ya veré. Pero aún no he llegado a ese punto. Es demasiado doloroso, demasiado surrealista. Para mí Diego sigue ahí. Dios todavía existe. Y de alguna manera siempre estará ahí", escribió.
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