La Liga rusa aún existe y la domina un sevillano

Parece muy lejano pero fue hace apenas seis meses. El Real Betis viajaba a San Petersburgo -lugar donde se iba a celebrar la final de la Champions- para enfrentarse al Zenit en la ronda de 'play off' de la Europa League. Lo hizo con tranquilidad pese a que ya se olía en el ambiente el runrún de la guerra, aconsejado por la empajada española, y ganó 2-3 en el Gazprom Arena. Fue el 17 de febrero. Tres días después, Rusia invadía Ucrania.

La vuelta, jugada siete días más tarde y que acabó con la eliminación del Zenit tras empatar (0-0) en el Villamarín, ya se disputó sabiendo que la final de la máxima competición continental no se jugaría en Rusia y que, probablemente, habría más sanciones internacionales. El equipo de San Petersburgo no se vio afectado, ya que estaba eliminado, pero sí un Spartak de Moscú que había accedido a octavos de final de la Europa League y que sería descalificado.

Esa sanción se ha ampliado a la presente temporada, en la que no hay clubes de ese país en competiciones europeas. Pero además, la FIFA permitió durante un tiempo que los futbolistas que militaran en clubes rusos pudieran rescindir sus contratos de manera unilateral y ser inscritos en otras ligas. Pocos se han acogido a ello. Los mejores clubes rusos pagan por encima de la media europea y los que ya estaban jugando allí, en su mayoría, han decidido quedarse. Sí les ha afectado en este mercado de fichajes, en el que se han encontrado con que muchos futbolistas declinaban la opción de jugar en Rusia ante la situación reinante.

El 'boicot' no sólo ha sido a nivel personal y de clubes sino también mediático. La Liga rusa ha desaparecido de algunas de las webs más conocidas de resultados, como si no existiera. Pero sí existe y, de hecho, este fin de semana se juega la quinta jornada del campeonato. Y en ella manda un sevillano.

Guille Abascal al frente del histórico Spartak

Esa cierta 'fuga de cerebros' ha afectado más a los banquillos y eso permitió en junio que el joven técnico sevillano Guille Abascal firmara por uno de los clubes históricos del país, el Spartak de Moscú.

El joven entrenador, que el pasado año dirió al Volos en Grecia y de forma interina, al Basilea suizo, no era la primera opción, pero ante las dudas que otros técnicos tenían para acudir, el Spartak apostó por él y, por ahora, pueden decir que su acierto fue total.

El que fuera entrenador de base en el Sevilla FC dirige un equipo que mantiene los mimbres del pasado año. En el que está, entre otros, el exsevillista Quincy Promes, el delantero nigeriano Victor Moses, el ex del Lyon Martins Pereira y un gran número de internacionales rusos (Sobolev, Dzhikiya, Selikhov...). Y que ha fichado a uno de los mejores delanteros de la liga belga, Shamar Nicholson.

Sus andanzas en el fútbol ruso comenzaron con una derrota en la final de la Supercopa rusa ante el Zenit y con un dubitativo empate ante Ajmat (1-1), pero desde entonces no sabe hacer otra cosa que ganar. Goleó a domicilio al Krasnodar (1-4), hizo lo propio en casa ante el Orenburg (4-1) y también superó con un marcador cómodo (0-2) al Ural. Mañana se enfrenta al Sochi como colíder del campeonato, con 10 puntos, igualado con el CSKA de Moscú.

Guille Abascal ha dado confianza a un equipo que venía de ser décimo la temporada anterior y le ha devuelto, al menos de momento, al lugar en cabeza donde, por historia, le corresponde.