Las notas del Sevilla ante el Zaragoza en la Copa del Rey

El Sevilla FC no obtiene tregua. A baja por día, Rekik aumentó la lista de pacientes en la poblada enfermería al sufrir unas molestias en el calentamiento, cuando ya había sido anunciado como titular. Tuvo que entrar Diego Carlos, para quien el destino no permite resquicio para el descanso. Tampoco para un Koundé que abrió el marcador con un golazo y destacó como 'todocampista' en un partido apto únicamente para competidores natos.

Por suerte es un perfil que abunda en el equipo nervionense, que se equivoca poco y que supo sufrir unido a las constantes embestidas de un insistente Real Zaragoza que emitió muchos destellos pero no llegó a iluminar la capital maña gracias al oficio demostrado por los de Lopetegui. No fue hasta el 0-2, ya con dos tercios del partido consumidos, cuando logró hacerse con la pelota y dejar de correr para intentar nivelar la intensidad local, pero fue sólido en los momentos de sufrimiento y efectivo para rentar casi todo su caudal ofensivo.




- DMITROVIC: 5
El Zaragoza no bajaba el ritmo, merodeaba zona de peligro con frecuencia y causaba estragos con rápidos movimientos entre líneas y una valiente presión selectiva. Sin embargo, el meta serbio apenas tuvo que intervenir más allá de mostrar concentración y seguridas en las salidas por alto o bajo.

- MONTIEL: 6
Tuvo mucho trabajo defensivo y apenas pudo proyectarse. Tuvo que guardar el traje de gala en el armario para lucir mono de trabajo, un rol mucho menos vistoso de cara a la cámara pero muy meritorio, efectivo y valorado por los técnicos. Solvente vuelta al equipo.

- KOUNDÉ: 9
Con licencia para romper líneas en conducción, no 'rifarla' y avanzar metros con la pelota controlada cuando el Zaragoza no presionaba la salida y optaba por negar el pase a los mediocentros. Se fue soltando, doblando al extremo y apareciendo en la frontal del área, como en la acción del 0-1, cuando cazó un rechace y abrió el marcador con un golazo.

- DIEGO CARLOS: 8
Rekik se resintió de unas molestias en el calentamiento y se cayó a última hora del once. Al brasileño, no encuentra ni un respiro para el descanso, ya le pasó en rondas anteriores. Imperial por arriba y siempre efectivo al cruce, pasando la escoba de manera portentosa.

- AUGUSTINSSON: 5
Más efectivo que efectista, siempre más atento a reducir riesgos de perderla que al lucimiento personal. Comenzó con el ancla echada, ante la viveza de la puesta en escena de los maños, pero fue soltando amarres y atreviéndose a progresar por su carril hasta que la vibrante reanudación le obligó a volver a priorizar la labor de contención.

- GUDELJ: 6
Por fin en su sitio, como pivote defensivo por delante de la zaga y no como central de urgencias. Muy atento en labores de correción y para acudir a las ayudas en el lado fuerte y las coberturas -especialmente tras las incursiones de Koundé-. Tras una solvente primera mitad, sufrió mucho con el bullicioso Borja Sáinz, vio amarilla y fue suplido.

- RAKITIC: 7
Ha pasado de un inicio en el que iba a lo fácil y solía caer en la intrascendencia, a ser un jugador determinante por su aplomo y su enorme habilidad para hacer sencillo lo complicado (parece lo mismo pero no lo es). Mucho sacrificio en defensa y personalidad para intentar rebajar pulsaciones a un partido que el Zaragoza hacía eléctrico.

- OCAMPOS: 8
No es que no intentase dejar alguna de las suyas, tirando de zancada y zapatazos, pero realizó un partidazo pleno de madurez, dándole al equipo lo que necesitaba en cada momento. Controló con tendencia impetuosa para manejar los tiempos, fue la principal amenaza en transición y puso dos caramelos a Rafa Mir. Decisivo.

- PAPU GÓMEZ: 5
En una posición centrada, interveniendo mucho y haciendo de lanzadera las pocas veces que el Zaragoza permitía correr, pero sin llegar a tener continuidad. El Sevilla no tenía el balón y eso le obligó a realizar mucho desgaste defensivo que le restaba oxígeno e imaginación a la hora de atacar.

- ÓSCAR RODRÍGUEZ: 5
Lo intentó mucho, pero sin gran acierto y con mucha dureza del rival cuando intentó acciones de desborde o aceleración. Se calentó en la en la reanudación después de ser empujado contra las vallas publicitarias, en la enésima falta y se fue sin poder rienda suelta a sus visibles ganas.

- IVÁN ROMERO: 6
Cada vez más hecho a lo que le pide Lopetegui: pivotar con muchas recepciones de espaldas para oxigenar, movimientos de descuelgue para generar superioridad por fuera, mucho trabajo en la presión... Sin miedo al contacto, forzando muchas faltas y permitiendo ganar metros.

- JULEN LOPETEGUI: 7
Los infortunios no cesa pero el grupo no se rompen. Es más, apenas se agrieta. Y eso sin duda es mérito del que pone cemento. El técnico supo mover el banquillo en momentos clave y logró controlar el partido a pesar de la efervescencia de los maños.

- RAFA MIR: 8
Corazón caliente y mente fría. Salió dispuesto en la reanudación a igualar la intensidad local, no esquivó los piques, se encendió con la grada... pero demostró tener nervios de acero al recoger un magnífico pase al hueco de Ocampos y definir con temple para hacer el 0-2 cuando más sufría el Sevilla FC. Tuvo dos más, demostrando gatillo fácil.

- JOAN JORDÁN: 7
Jugó con el viento a favor porque su salida coincidió con el 0-2, pero es de esos jugadores que mejoran el producto sin llamar la atención. Había que asegurar el balón y hacerse con el control. No es casualidad que con el catalán lo consiguiese por fin el equipo.

- ÓLIVER TORRES: 7
Dinámico siempre y con una intuición especial para ir detectando los espacios a explotar. Tiene mucha calidad, mucho repertorio técnico, y eso le permite salir airoso de situaciones comprometidas en espacios reducidos. Perfil ideal para lo que pedía el encuentro.

- MARCOS ACUÑA: 6
Había que tirar de raza y hambre competitiva para igualar una balanza que se inclinaba del lado del voluntarioso equipo local. Aportó experiencia y solidez tras el 0-2 y lo intentó a balón parado.

- NACHO QUINTANA: 6
Merecido premio para el canterano, que había entrado en casi todas las convocatorias del último mes de competición. Suma minutos con el primer equipo.