Los
Golden State Warriors han puesto el 3-1 en la final de la
NBA tras vencer esta madrugada en el Quicken Loans Arena a
Cleveland Cavaliers (97-108), en un partido en el que el base estrella
Stephen Curry, con 38 puntos, volvió a comandar a los de Oakland.
De esta manera, los
Warriors dispondrán de su primer 'match ball' este lunes en su casa, el Oracle Arena, en el quinto encuentro de la serie, con el que podrían revalidar el título de la
NBA. Así, culminarían una temporada gloriosa en la que han logrado el récord de victorias en temporada regular con una marca de 73 triunfos y nueve derrotas.
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Sin embargo, los de Oakland tuvieron que aguardar hasta el tercer cuarto para igualar el partido, que al descanso dominaban los locales.
Curry, con 38 puntos -11 de 25 tiros de campo, incluidos 7 de 13 triples, y 9 de 10 desde la línea de personal-, y el escolta Klay Thompson, con 25, tiraron del equipo para remontar en dos magníficos últimos cuartos.
En los
Cavaliers regresó el base Kevin Love, que tras recuperarse de una conmoción cerebral en el tercer encuentro anotó 11 tantos. El ataque estuvo comandado de nuevo por el base Kyrie Irving, con 34 puntos, y por el ala-pívot
LeBron James, que firmó 25 puntos y 13 rebotes.