La Pizarra de Guille Abascal

El sistema de tres centrales (II): El porqué

El sistema de tres centrales (II): El porqué
El sistema de tres centrales (II): El porqué. - Guille Abascal @GuilleAbascal
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Para hablar del presente es obligatorio volver al pasado, al igual que hicieron los grandes pintores y compositores. Buscaron la inspiración en una obra anterior. Estudiaron al maestro hasta desmenuzar su creación. Una vez lo consiguieron y podían imitarla sin más, buscaron el modo de evolucionar, de introducir sus connotaciones y, cómo no, de mejorarla. De aquí nos viene la tan conocida frase: “El alumno superó al maestro”. Lo que para nosotros es moderno y actual, otros, en un periodo anterior, ya lo mostraron al mundo, haciéndolo desde el convencimiento y la determinación porque así lo sentían. Es por ello que, años después, les seguimos recordando, dejaron su huella y crearon escuela. Algunos les denominaron locos, quizás fueron valientes y visionarios.

Sería desleal por mi parte no recordar el inicio. No buscar en la memoria futbolística y no haber indagado en la historia. Conocerla y respetarla nos aporta credibilidad en nuestro argumento. El primer nombre propio que me gustaría reseñar es el de Herbert Chapman, entrenador del Arsenal en los años 20 y 30, que dio lugar a la formación conocida como la WM, que ya por entonces usaba la línea de 3 centrales. El segundo entrenador que dejó una huella en la historia del fútbol, tanto en europeos como en mundiales fue Sepp Piontek, seleccionador de Dinamarca, que dirigió durante 11 años el mejor periodo del fútbol danés. Algunos lo comparaban con la Naranja Mecánica de los 70. En este combinado despuntaban jugadores de la talla de Laudrup y Morten Olsen. Decían que era excitante ver cómo jugaba aquel equipo. En Italia’90 tenían unas expectativas muy altas, pero se cruzó en su camino, para ofrecerle el viaje de vuelta a casa, una portentosa España liderada por Emilio Butragueño. Es entonces cuando llegó Johan, quien, sin saberlo, escribiría una nueva página en el fútbol y dejaría una huella imborrable para deleite tanto de aficionados como de protagonistas y rivales. Hoy día aún se puede saborear a través de quienes fueron sus alumnos. Todos los que bebieron de su fuente portan consigo las ideas en busca de mejorarlas. El posterior éxito del Milan de Arrigo Sacchi, impuso de nuevo la defensa de dos centrales.

Volviendo al presente y tras un placentero y curioso paseo por nuestros vestigios pasados, asistimos a una situación particularmente casual. Los dos equipos de nuestra ciudad se construyen desde una defensa de tres, por tanto, es obligatorio realizar una parada para analizar con detenimiento qué aporta esta disposición en el terreno de juego y cómo se puede construir.

¿Por qué un entrenador decide jugar con defensa de tres centrales?, ¿qué beneficios aporta esta disposición y qué aspectos lo pueden hacer desfavorable? Para valorar una propuesta es necesario conocer los motivos que llevan a decantarse por una disposición u otra. Todas las decisiones son respetables y lícitas, no debemos caer en el derrotismo conducido por nuestro afán de pensar que existe una única verdad. Me viene a la mente esta frase que dice tanto en tan poco: “No es lo mismo ver que mirar”.

En los años 90 Alemania ganó el Mundial derrotando en la final a Argentina. Fue posteriormente conocida como la victoria del ‘catenaccio’ y empezó a crecer, sobretodo en Italia, la cultura de la defensa de tres centrales. Ésta dotaba de mayor seguridad a la zaga y podía neutralizar a los equipos que jugaban con dos delanteros. Pero como siempre, y por fortuna para nuestro amado deporte, hubo alguien que tuvo otra visión para demostrar que no todo es blanco o negro. En su empeño por crear un fútbol total como el que él había jugado, consiguió transmitir su amor por el balón, dotando de significado cada pase y creando en la figura del ‘4’, el eje que hacia funcionar el motor de una maquina casi perfecta. Nacía el ‘Dream Team’ de Cruyff con la línea de tres defensores.

En un lado del río se pretendía amurallar el castillo con soldados altos y de gran físico, líneas juntas y con la premisa de proteger la entrada, por el contrario, en la otra orilla, se buscaba atacar por muchos frentes, tratando de distraer al adversario, no dándole ninguna referencia y atacando con astucia y velocidad de modo sorpresivo. Se había iniciado una nueva batalla por la hegemonía del fútbol en Europa. Lo que sucedió está en los libros de historia.

Centrados en lo realmente técnico, comienzo por los aspectos favorables de la línea de tres. A nivel defensivo, aporta seguridad en el carril central, posibilidad de coberturas para defender a dos delanteros, protección del área ante centros laterales o juego directo y una mejor distribución del espacio horizontal. Este detalle es importante tenerlo en cuenta es la posibilidad de formar una línea de 4 o 5 jugadores en ciertos momentos o fases. A nivel ofensivo, con los centrales exteriores abiertos, permite generar tres opciones de pase vertical para romper líneas, se puede realizar con mayor fluidez el cambio de orientación, al tener mejor ocupación racional del espacio, y favorece la salida en conducción por el carril interior con la seguridad de tener a dos defensores en vigilancia ante pérdida. De los aspectos desfavorables, que dependen en gran parte de la disposición espacial del rival, hablaremos en otro artículo.

Existen tantas posibilidades como características tengan nuestros jugadores e idea queramos implantar. Es por ello que se pueden utilizar varias opciones: tres centrales clásicos; uno de los tres con características de lateral; uno de los tres como centrocampista; o incluso, como hizo Cruyff, dos laterales y un único central. Concluyendo, podemos ver equipos con una línea de tres para tener mayor protagonismo en referencia al balón, salir jugando desde atrás, generar interacciones con los cercanos, romper líneas con pase filtrante atrayendo al rival para poder atacar con mayor espacio y velocidad. Por otro lado, están los equipos que juntan líneas para defender en bloque bajo replegado, dotar de mayor seguridad al carril central, desocupar en un inicio los pasillos laterales y, así, robar para realizar contraataque con la incorporación de los carrileros en velocidad.

Es obvio que tenemos delante una nueva disposición que está siendo adoptaba por muchos entrenadores del fútbol español. Cada uno busca en su inspiración el mejor modo de utilizar sus recursos para batir al adversario. Estaremos atentos por si acontece como en aquellos años 90 y se altera la partitura para mejorar la obra. El mapa es plano pero el terreno es robusto.
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