Feliciano López, que hoy ganó a su compatriota
Rafa Nadal, en la segunda ronda del
Másters 1.000 de Shanghái, aseguró tras el partido que estaba muy contento porque no esperaba llegar tan lejos, al no haber podido entrenarse en semanas debido a sus problemas de espalda y sufrir luego un resfriado.
"Estoy muy contento, porque he jugado hoy un partido que no me lo esperaba. Llevo tres semanas prácticamente parado, estuve una semana con lumbalgia en
Madrid, y luego me vine a
China sin haber entrenado ni un día", declaró.
"En la semana de
Pekín no pude hacer nada, porque me dio otra vez, jugué con
Berdych, pero fue un partido de trámite, no he podido casi entrenarme, y luego viene aquí y me puse malo, constipado, así que para mí el resultado de hoy es un premio tremendo", dijo.
"Tampoco tenía nada que perder hoy, y eso te ayuda", añadió Feliciano. "Creo que he tenido suerte, porque esta semana vine aquí con muy pocas expectativas, la verdad", confesó el toledano, que también explicó que intentó no pensar demasiado en el estado de Nadal, que había sufrido un episodio de apendicitis.
"Siempre que hay una situación así y sabes que tu rival tiene algún problema físico o algo, es difícil, porque nunca sabes hasta el último momento lo que va a pasar, pero una vez que se acerca el momento del partido y ves que todo va normal, que el otro jugador va calentando, pues ya te mentalizas de que el partido será normal", argumentó Feliciano, que mañana se enfrentará en octavos al estadounidense
John Isner.