El
Sevilla no juega la
Champions desde la 2009/2010 -el
Braga lo evitó en la previa de la 2011/2012- y
Unai Emery vivió su última experiencia en la máxima competición continental en la 2012/2013, con el
Spartak de Moscú, poco antes de hacerse cargo del banquillo de Nervión.
El reto y la ilusión de ambos está en lograr que el
Sánchez Pizjuán escuche el himno de
Händel la próxima temporada. En esa dirección van los objetivos marcados por la entidad, que cuenta con el respaldo de los argumentos que aportan los siempre fiables números del vasco.
No en vano, aunque los de Eduardo Dato no habían estado entre los cuatro primeros hasta este curso desde que Emery se hizo cargo de su banquillo, allá por febrero de 2013, los números que ha firmado el equipo de la mano del de Hondarribia sí reúnen méritos de sobra para ver factible la disputa de la Champions.
No en vano, en las 64 jornadas que han transcurrido desde que el míster afrontara su primera jornada liguera como sevillista, su equipo suma el cuarto mejor promedio, con 107 puntos: 31 victorias, 14 empates y 19 derrotas; guarismos sólo superados por los tres poderosos: el
Barcelona, el
Real Madrid y el
Atlético. En este tiempo, sus pupilos conforman el tercer equipo más goleador, por encima, incluso, de los de
Simeone.
Asimismo, el Sevilla también sería cuarto en una hipotética clasificación del año natural, con las 28 jornadas transcurridas hasta hoy en lo que va de 2014. Gracias a su notable recta final del pasado curso y a su brillante arranque actual, sumaría 53 puntos y estaría a sólo ocho de los merengues, a siete de los culés y a cinco del cuadro colchonero, aventajando en siete al quinto, el
Valencia.Gran parte de este éxito se debe a la fortaleza exhibida como local, donde suma 12 encuentros seguidos invicto y tiene el tercer mejor balance de la ‘era Emery’. Todo ello, con el mérito añadido de vivir en una etapa de permanente construcción en el club. Desde su llegada al cargo, hace poco más de año y medio, ha visto cómo se ha fichado a 25 futbolistas, viéndose obligado cada verano a volver a empezar y a decir adiós a ‘cracks’ como
Negredo, Kondogbia, Medel, Navas, Rakitic, Fazio o
Alberto. La Champions está en deuda con Emery, y éste debe ser el año.