El argentino fue designado como mejor jugador del partido en la final de la Europa League, gracias a la visión de juego y temple que aportó en diversos momentos del partido.
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El argentino Éver Banega fue designado mejor jugador del partido en la final de la Europa League, a pesar de que se encontró un gran rival en este aspecto en Carlos Bacca, que anotó dos goles y resultó vital en el triunfo. El mediapunta argentino volvió a ser uno de los cerebros de Unai Emery dentro del campo, aportando determinación y visión de juego.
Banega recorrió durante el partido 10.644 metros, donde tuvo más incidencia en el centro del campo. Además, volvió a destacar en su alta efectividad en pases ya que completó 59 pases de los 69 que intentó, disparó una vez y recibió más faltas de las que hizo (2 cometidas por 3 recibidas).