Cagón, fin de ciclo, algunos insultos injustificados, alusiones a los 3 de 12 en
Champions y los 12 de 30 en Liga...
Emery se convertía tras el partido ante el
Manchester City en el centro de las iras de los aficionados sevillistas, tanto que llegó a ser durante la hora posterior al duelo tendencia en
Sevilla el hashtag #emeryveteya en Twitter, algo que era habitual al comienzo de la 13/14, pero que no se había vuelto a ver desde entonces. El técnico ha cargado con las culpas de los malos resultados del Sevilla en este inicio liguero.
No sólo en las redes sociales le dieron palos, en el Ramón
Sánchez Pizjuán, donde aún no ha pedido su marcha y recuerdan lo mucho que le ha dado al equipo en las dos temporadas anteriores, pitaron sin dudar su segundo cambio, el de Mariano por Coke, coreando a su vez al defensa madrileño. Lo curioso es que Emery acertó con los cambios y, especialmente, con éste. Buscaba con el brasileño más profundidad y llegar a centrar desde línea de fondo y lo logró, aunque luego Otamendi y Kompany dejaran sin opciones de remate a Llorente e Immobile.
Unas críticas que arreciaron también tras sus declaraciones postpartido, cuando dijo que él no había visto al City tan superior, algo que molestó a muchos seguidores, quienes sí consideraron que el líder de la Premier había superado al Sevila con rotunidad sobre el campo.
Tal vez sea la frustración del momento por la derrota y la casi eliminación de la Champions, tal vez un problema con una raíz más profunda, pero las aguas vuelven a ser turbulentas para el héroe de los dos últimos años, el que devolvió al Sevilla a la gloria.