El Sevilla no quiere saber nada de la Liga, no le interesa ya... Es lógico, las habichuelas se la juega en la final del Vicente Calderón, y sobre todo, en la de Basilea, para la que ya va quedando menos.
Unai Emery revolucionó el once ante el Granada, solo Escudero repetía con respecto al partido ante el
Shakhtar Donetsk del pasado jueves. Beto era la gran novedad en la portería, en el partido que ha supuesto su despedida del Ramón Sánchez Pizjuán.
Era el
Granada el que más se jugaba esta tarde en Nervión y no lo parecía, salvo su presión en los primeros minutos, el Sevilla se hizo dueño del partido cómodamente, con una medular compuesta por
Cristóforo e
Iborra. Beto respondió bien el peligroso disparo de Peñaranda y a partir de ahí, las ocasiones fueron sevillistas. Una en las botas de Curro, pero su remate lo repelió
Andrés Fernández, y las más claras, en los pies de
Juan Muñoz.
El canterano compartía delantera con
Llorente, y fue a una dejada de cara del riojano cuando estuvo cerca de marcar, pero su tiro lo sacó bajó palos
Ricardo Costa. Antes, el utrerano cruzó demasiado su disparo ante el meta granadinista.
El
Sevilla perdonó, y cuando se perdona, lo más lógico es acabar pagándolo. Y el
Sevilla lo hizo en la última jugada de la primera mitad.
Isaac Cuenca hacía el 0-1 en la segunda ocasión de los de
José González. El de Reus bajaba con el pecho un centro de El Arabi que pilló despitada a la zaga sevillista y con el interior, el ex del Barcelona batía a Beto.
Tras el paso por vestuarios, el Sevilla buscó el empate, y lo tuvo cerca
Konoplyanka tras un caracoleo dentro del área pero su fuerte disparo lo desbarató
Andrés Fernández. El ucraniano fue de los mejorcito sobre el terreno de juego, lo intentó por una lado, por otro y por el centro, de sus botas nacieron las jugadas más peligrosas pero ni él ni sus compañeros acertaron a finalizarlas.
Emery dio entrada a
Carlos Fernández por Llorente, más silbado que aplaudido, y poco después, a
Diego González por Juan Muñoz. Debutaba el canterano sevillista en Liga y no lo podría hacer de mejor manera, en el primer balón que tocaba el chiclanero, acababa en el fondo de la portería del Granada. El empate nació en una falta botada por
Konoplyanka, Escudero desde la frontal remataba y Diego González, en el corazón del área, se sacaba un taconazo para desviar el balón y empatar. Mejor estreno en Primera imposible para el central.
Sin embargo, no duró mucho la alegría en la grada nervionense. Pues apenas cinco minutos más tarde, Babin cabeceaba al fondo de la portería de
Beto un centro de
Cuenca. Volví a notarse la intensidad de uno y otro equipo en el tramo final. La momentánea victoria del Granada la daba la permanencia matemática, pues el Rayo perdía en San Sebastián.
Pero una cosa es perder en casa sin jugarte nada, y con dos finales en el horizonte, y otra caer goleado ante un rival inferior. Y fue lo que pasó, el Sevilla se dejó llevar en los últimos minutos y el Granada aprovechó para sentenciar con un gol de penalti de
El Arabi, con un absurdo penalti de Diogo. E Isaac Cuenca hacía el cuarto tras un regalo de Cristóforo en campo propio.
Al final, el
Granada se salvó matemáticamente en Nervión. Lo celebró con su afición sobre el césped y Beto se marchó entre lágrimas y ovacionado por la afición sevillista.
- Ficha técnica:
Sevilla F.C.: Beto, Diogo, Nico Pareja (Carriço 77'), Kolo, Escudero, Curro, Cristóforo, Iborra, Konoplyanka, Juan Muñoz (Diego González 73') y Llorente (Carlos Fernández 63').
Granada F.C.: Andrés, Babin, Ricardo Costa, Biraghi (Lombán 75'), Miguel Lopes, Doucouré, Rochina (Khrin 81'), Rubén Pérez (Fran Rico 75'), Isaac Cuenca, Peñaranda, El-Arabi.
Goles: 0-1 (45') Isaac Cuenca;
1-1 (73') Diego González;
1-2 (79') Babin;
1-3 (86') El Arabi (p.);
1-4 (88') Isaac Cuenca.
Árbitro: Undiano Mallenco (c. navarro). Mostró cartulina amarilla a Curro, Kolo, Carriço, Diogo por parte del Sevilla; amonestó a Doucouré por el Granada.
Incidencias: Estadio Ramón Sánchez Pizjuán. 21.915 espectadores