Resulta evidente que al Sevilla de Berizzo, por lo mostrado hasta la fecha, le cuesta imponerse en los partidos. Suele ser dominador, pero necesita madurarlos demasiado hasta encontrar el camino del gol, como demuestra el hecho de que haya conseguido ocho de sus nueve tantos en Liga en las segundas partes.
Sólo Lenglet, con su gol en el minuto 26 ante el Espanyol en la jornada inaugural, ha conseguido marcar antes del descanso, confirmándose ante el Málaga, con los tantos casi consecutivos de Banega y Muriel, una tendencia que ya dibujaron con anterioridad Ganso en Getafe; el propio brasileño, Ben Yedder y Nolito contra el Eibar; Muriel en Girona y Navas frente a Las Palmas.
Buscando una explicación, quizás las rotaciones sean un factor clave, como apunta el propio técnico, ya que estas mantienen al equipo fresco y le hacen acabar los partidos mejor que el contrario.