Machín tiene el crédito en el club que le niegan los resultados

Pablo Machín necesita una reacción de su equipo para recuperar el crédito perdido. El técnico cuenta con el aval de las personas más importantes del club, el presidente, el director de fútbol y la plantilla, pero los resultados le dan la espalda y la afición hace tiempo que empezó a perder la paciencia. La derrota ante el colista aumenta a cinco las jornadas sin ganar -cuatro derrotas-, con el único oasis de la goleada sobre el Levante. Fuera hay que remontarse a septiembre para ver un triunfo nervionense. A eso hay que unir el 6-1 del Camp Nou en la Copa. Un lastre difícil de soportar sin el apoyo, hasta ahora inquebrantable, de los que mandan en el club. En cualquier caso, se mira al mercado de técnicos por si hubiera que tomar una decisión drástica.

El empecinamiento en el sistema de tres centrales, la falta de pericia en los cambios, las cinco derrotas consecutivas a domicilio o los 15 goles encajados en el último cuarto de hora del partido (6 más allá del 90, como en Huesca) son aspectos que penalizan la opinión general sobre un técnico que en el primer tercio de la temporada llevó al Sevilla hasta el liderato sumando 26 de 39 posibles y que en los siguientes 13 partidos únicamente ha logrado 11, perdiendo su plaza entre los cuatro primeros clasificados y poniendo en riesgo incluso la sexta.

Lo cierto es que la paciencia que es difícil encontrar estas dosis de paciencia con inquilinos anteriores del banquillo sevillista. Sin ir más lejos, el año pasado fueron destituidos Eduardo Berizzo y Vincenzo Montella. El entrenador argentino se despidió del Sevilla con el equipo vivo en la Copa, en octavos de Champions y con 26 puntos en 15 partidos, con una media de 1,73 puntos por partido y después de encadenar dos partidos sin ganar (un empate y una derrota). En sus últimos cinco partidos de LaLiga en Nervión sumó siete puntos de 15 posibles. Por su parte, el italiano fue despedido tras encadenar siete partidos ligueros sin ganar, lo que unido a la derrota por 5-0 en la final de la Copa propició la llegada de Caparrós. El italiano se sostuvo en el cargo gracias a sus resultados en Champions -eliminó al Manchester y plantó cara al Bayern en cuartos- y en el torneo copero, llegando a esa citada final.

Cinco jornadas sin ganar también estuvo Sampaoli, aunque sumando tres empates y con un bagaje anterior mejor que el soriano o Unai Emery, quien encadenó cinco duelos sin victoria en tres ocasiones durante su etapa en Nervión y una vez llegó hasta las seis. Eso sí, con trayectorias brillantes en Europa (tres títulos) y la Copa. Ambos mantuvieron el puesto.

Actualmente, Pablo Machín suma 1,4 puntos por choque (37 en 26 encuentros). Berizzo fue destituido con una media de 1,73, Jiménez de 1,6, la misma que Antonio Álvarez (destituido en la quinta jornada de la 10/11 con ocho puntos de 15 posibles), mientras que Gregorio Manzano no renovó su contrato en aquella 10/11 tras lograr una media de 1,51 puntos por choque. Los otros técnicos destituidos en la historia reciente del Sevilla sí empeoran los números de Machín. Marcelino se fue con una media de 1,2 puntos por choque, aunque su racha de partidos sin ganar se quedó en cuatro antes de que lo despidieran, mientras que Míchel se quedó en 1,15 puntos en la 12/13 tras firmar una única victoria en sus últimos siete partidos en Nervión.

Slavia y Real Sociedad en casa
La continuidad de Machín no está en entredicho aún. Además, el técnico tendrá ahora dos oportunidades de recuperar parte del crédito perdido con dos choque consecutivos en casa. El primero, en Europa ante el Slavia de Praga. La competición europea puede dar aire al preparador sevillista, aunque una eliminación supondría un golpe del que sería difícil recuperarse. Después llegará la Real Sociedad en LaLiga a un estadio que en los últimos tiempos únicamente ha sido de conquistar Leo Messi. Después, salida a Cornellá y luego dos encuentros de nuevo en Nervión ante dos rivales directos como Alavés y Valencia en los que el Sevilla debe confirmar que le ha tomado de nuevo el pulso a LaLiga. A Machín le queda un mes muy intenso en el que se juega su futuro.