Como se temía, el Gobierno ha tomado nuevas medidas para intentar frenar el avance del coronavirus y ha drecretado que l
as dos próximas jornadas de LaLiga se disputen a puerta cerrada, lo que afecta directamente al derbi de este próximo domingo. Sin duda, un hecho histórico, pero no nuevo del todo, pues
Sevilla FC y Real Betis ya jugaron 33 minutos sin público.Fue en la vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey,
el 20 de marzo de 2007, después de que botellazo lanzado desde la grada del Benito Villamarín
impactase en la cabeza de Juande Ramos, entrenador nervionense, obligando a interrumpir el encuentro.
Se decidió entonces que el duelo cainita hispalense se acabase a puerta cerrada
en el destierro del Coliseum Alfonso Pérez, en Getafe, dejando una imagen inusual que ha quedado para la historia.
Sobre el césped,
el Sevilla FC conservó el 0-1 que había logrado en el feudo heliopolitano, obra de
Kanouté, e incluso gozó de las mejores ocasiones, sellando así por la mínima su clasificación para los cuartos de final, después del 0-0 de la ida disputada en el Sánchez-Pizjuán.
Ahora, 13 años después, y aunque por un motivo muy diferente, el derbi vivirá otro capítulo histórico, disputándose de forma completa
sin el calor de las aficiones en el coliseo de Nervión, aunque los Biris ya han anunciado que animarán desde los aledaños.