Es una lucha desigual desde el momento en el que los presupuestos y el valor de las plantillas presentan diferencias notorias y, por ende, el punto de partida no es el mismo.
Realidad que no ha sido óbice para que el Sevilla se instale en la zona alta de la tabla y discuta con los poderosos en su hábitat. De hecho, antes del enfrentamiento contra el Barça se le había situado, sobre todo en la capital y en la órbitra azulgrana, en
la lucha por el título.
La realidad es que está ahí, entre los cuatro primeros y por momentos ha escalado hasta la tercera posición, pero existe
un lastre que condiciona su convivencia en las alturas, tan
lógico en cierto modo por la distancia antes mencionada como
frustrante al erigirse como un muro que se le resiste. Se trata de
los enfrentamientos directos con los que ahora son sus rivales en la clasificación y en los que le cuesta demasiado dar el golpe en la mesa.
No en vano, tras la derrota contra los azulgranas,
el saldo sevillista es de un punto de doce posibles contra Atlético, Real Madrid y Barcelona, el conseguido en el Nou Camp en el tercer choque liguero de los nervionenses, con 1-1 con tanto de De jong. En aquella cita dejó muy buena imagen e invitaba a pensar que la dinámica podría cambiar este curso contra los más poderosos, pero, a partir de ahí,
no ha vuelto a sacar nada positivo.
De hecho, luego
perdió con el Real Madrid por 0-1 en el Sánchez Pizjuán en un choque decidido por un gol en propia puerta de Bono y en el que los nervionenses merecieron más.
En otra
prueba de fuego ante el Atlético, en partido aplazado del inicio liguero al que llegaba lanzado, lo intentó de todas las maneras pero
chocó contra el muro levantado por los colchoneros, que aprovecharon sus ocasiones para imponerse por 2-0. Más entonado si cabe enfiló la visita del Barcelona, después de haberle ganado 2-0 en la ida copera, pero, como reconoció Lopetegui,
el equipo no tuvo su día y fue superado claramente por los de Koeman (0-2). Tiene ahora tres días para mentalizarse y revertir la situación de cara a defender en el Camp Nou la renta conseguida en la 'Bombonera'.