Errores propios y errores ajenos

Carlos PérezCarlos Pérez
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Errores propios y errores ajenos
- Carlos Pérez (31/01/2016)
El fútbol es un juego de errores, como decía Johan Cruyff, y ayer, en Anoeta, los fallos propios y los ajenos privaron al Betis de puntuar, aunque el interino y valiente Merino tuvo poco que ver. Los dos tantos locales llegaron por despistes, por fallos en la marca previos a sendos remates de cabeza. De Merino sí dependía que a partir del descanso hubiese una reacción. Y la hubo. Con Ricky, logró activar a Rubén y el equipo vivía mucho más arriba. Cuando parecía que podía empatar, no obstante, apareció otro elemento incontrolable para el entrenador: el árbitro.

Pudo haber echado a Mikel, obvió un penalti sobre Ceballos, penalizado por buscarlo tan descaradamente, y dejó tan poco tiempo de prolongación que casi se consumió con las lógicas protestas. El juego del Betis no fue muy bueno, pero le hubiese dado para sacar algo si no fuese por los errores, los propios y los de Prieto Iglesias.
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