Chico listo, este André

Aitor TorviscoAitor Torvisco
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Chico listo, este André
- Aitor Torvisco (@ATorviscoED)
Ben Yedder es puro instinto goleador, el rendimiento de Sarabia en el Sevilla es inconmensurable, Banega tiene un talento innato, Vaclik es un seguro de vida y Kjaer destila jerarquía y solvencia como líbero. Sin embargo, cuando a André Silva, un jugador de sólo 22 años y que apenas lleva unos meses en Nervión, le preguntan qué compañero le ha sorprendido más, no vacila. A pesar de que la calidad abunda en el vestuario blanquirrojo, el joven portugués apenas necesita unas décimas de segundo para responder tajantemente: "Jesús Navas".

Eso demuestra que este chico es listo y sabe muy bien de qué va esto. Su juventud no es un obstáculo para ser consciente de que en el mundo del fútbol se pasa de una lluvia de elogios a un chaparrón de palos de un día para otro. Que no hay memoria y que el talento y los buenos momentos se olvidan rápidamente. Que el único camino para triunfar y labrar una reputación en este deporte es trabajar, trabajar y trabajar. Sin estridencias, sin esos 'complejitos' de superioridad que suelen tener los 'cracks', sin vanidades y sin creerte que eres el mejor aunque lo seas. Y de correr detrás del balón y de ayudar al equipo como si nunca le hubieses empatado a nadie. Por eso a André Silva le ha gustado tanto Navas. ¿Y a quién no?

Campeón mundo en 2010 y de Europa en 2012 con España, de la UEFA, de la Copa del Rey, de la Supercopa de España y Europa con el Sevilla, de la Premier League con el Manchester City... presenta un palmarés impresionante que le avala ya de por vida. No tiene nada que demostrar, pero corre más que veinteañeros con todo aún por hacer en la vida. Bandera de la cantera, suma 450 partidos y es el que más veces ha defendido ese escudo en la historia del club. Pese a ello, entrena como si fuese su primer día. Es el ejemplo perfecto.

El palaciego es el futbolista de verdad. El que juega y huye de las cámaras. De ser por él, jamás se habría acercado a una. Al Jesús de 35 años le pasa lo mismo que al 'jesusito' en edad escolar: sólo quiere jugar al fútbol. Ya está. Todo lo que no sea jugar, no le interesa. Navas es una estrella atípica. No pone de moda peinados, atuendos o tatuajes. No busca planos favorecedores ni captar la atención. Le reconocerás por ser el que se parte el pecho en cada partido, el que juega dónde y cuándo le digan, sin más. En silencio, sin hacer ruido.

Mientras los Neymar o Cristiano se atusan el flequillo, Navas corre y corre. No acapara portadas pero es el que las hace posibles. ¿Quién si no se inventó el gol por el que toda España profesará amor eterno a Andrés Iniesta -por cierto, otra 'rara avis' en estos tiempos de postureo-? Pues el mismo que metió el agónico gol del triunfo ante Croacia en la Euro de 2012. Navas no es de ese tipo de jugadores que esprintan cuando ven que la jugada merece la pena. Es de los que pelean cada segundo del partido para hacer posible que surjan esas acciones que levantan al aficionado de sus asientos. Este año, de hecho, ya lleva seis asistencias y contagia a sus compañeros. Por todo ello, es muy buena señal que André Silva se fije en Jesús Navas. Dice tanto bueno de Jesús, como del propio André.
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