El mercado de fichajes no ha abierto aún y en Nervión ya han sufrido un intento fallido de adiós por parte de Monchi y una más que probable huida a París de un Unai Emery que ya el verano pasado hizo el amago de pegar la ´espantá´. Todo eso en apenas 15 días, dos semanas ´horribilis´ que el presidente José Castro estará maldiciendo aún pero que, sin embargo, no han evitado que el Sevilla Fútbol Club haya abierto el grifo a la catarata de fichajes de la que se informaba desde este diario.
Pablo Sarabia a cambio de un millón de euros, aproximadamente, y el japonés Kiyotake han sido las dos primeras incorporaciones blanquirrojas para la 16/17; un viejo conocido en el que Monchi ya pensó en su momento como recambio de Rakitic y que ahora, como haya ocurrido con el canterano merengue, no se ha escapado ante el descenso del que ya ha dejado de ser su equipo, el Hannover. Unos movimientos que, por esperados, no dejan de ser sorprendentes y ponen de manifiesto la estructura de la que se suele hablar desde el Sánchez Pizjuán. Esa que siempre está por encima de los nombres; o al menos eso dicen. ¿Mito o realidad? Hoy por hoy han demostrado que existe, no cabe duda, pero... ¿Y si fuera Monchi, y no Unai, el que estuviera hoy más lejos que cerca? Yo tengo serias dudas de que fuese así.
Alejandro Sáez
