Paula Fiorella Méndez3 min lecturaDesgraciadamente para el Málaga CF, levantar cabeza está pareciendo una misión prácticamente imposible, donde a pesar de los muchos intentos, el momento de la victoria nunca llega.
En el último partido disputado ayer, las lamentaciones volvieron a aparecer, finalizando el enfrentamiento con las manos vacías. El Albacete consiguió acabar con una marca de 3-2, algo que desesperó a la afición del equipo blanquiazul tras ver la victoria muy de cerca después de vivir en primera persona una remontada inicial. Pese a esos momentos de felicidad, el fútbol es completamente impredecible, algo que demostró ayer a la perfección el equipo andaluz en el minuto 35 debido al fallo cometido por su capitán Luis Muñoz, un fallo que teniendo en cuenta la situación de vulnerabilidad en la que se encuentra el equipo, es imperdonable, y está a la vista, pues tras ese momento de tensión el Albacete consiguió remontar y llevarse consigo la victoria.
Todo el revuelo formado ha hecho que el capitán del equipo malagueño sea el protagonista por excelencia de la derrota del Málaga, posiblemente el encararse contra el árbitro no fue la mejor idea que pudo haber tenido, pero el estrés y peso que lleva encima debido a la mala situación del Málaga pudo provocar la situación después de observar como cada jornada se va complicando un poco más. Tras su comportamiento, el árbitro sin pensárselo demasiado mostró dos tarjetas amarillas consecutivas expulsando así al centrocampista.
El enfado de su entrenador Pellicer no fue para menos, pues le pareció incomprensible ese rebote en medio del campo después de una semana donde la actitud de Esteban Burgos fue censurada por la grada, además de haber sido tratado durante las charlas en el vestuario.
Finalmente, concienciado de sus actos y de la responsabilidad que carga como capitán, Muñoz ha decidido dar la cara y pedir disculpas por su comportamiento inadecuado a través de sus redes sociales, algo muy necesario para calmar un poco a las masas: “Después de haber pasado unas horas tras el partido, sigo sin quitarme de la cabeza lo que ha ocurrido hoy y quiero pedir disculpas. A mis compañeros, al cuerpo técnico, al club y a todos los aficionados que son el verdadero corazón de esta entidad. Todos sabemos que las emociones aumentan una vez metidos de lleno en el terreno de juego y aunque esto no justifique lo de hoy, a veces en el campo uno piensa más con el corazón que con la cabeza. Soy el primero que está sufriendo la situación actual del equipo, siendo de Málaga, malaguista y en el club de mi vida”.