En el
Real Betis siguen más atentos al próximo mercado estival que a esta recta final de la ventana de fichajes de enero. En este sentido,
encartan al desequlibrante extremo Boufal y, como verbaliza
Rui Silva en una entrevista con los medios oficiales, el club verdiblanco "no sabrá hasta dónde puede llegar si no lo intenta". Por eso,
sueña con el regreso de Fabián Ruiz y Dani Ceballos, dos hijos pródigos cerca del final de sus contratos por los que podría luchar si logra clasificarse para la próxima edición de la Champions.
En el
Sevilla FC, tras presentar a
Anthony Martial y cerrar la puerta de salida a
Diego Carlos -rechazando más de 50 millones de euros del Newcastle inglés-, anunciaron ayer la
renovación hasta 2027 del contrato de Joan Jordán, protagonista muy a su pesar después de que una barra de plástico lanzada por un energúmeno ya detenido impactase en su cabeza durante el
derbi de la Copa del Rey que, dos semanas después, sigue coleando y emanando tensión.
El recurso del Betis contra la clausura por dos partidos del Benito Villamarín intenta demostrar que hubo simulación en la reacción del banquillo sevillista tras la agresión a Joan Jordán, algo que desde Nervión califican de "suposiciones interesadas". En un informe pericial de 23 folios, los verdiblancos se basan en el análisis videográfico de un
criminólogo experto en comunicación no verbal, una logopeda y un psicólogo forense, y arguye que, tras una actitud aparente normal y con una llamada entre medias al delegado del Sevilla FC,
Juan Martagón, el entrenador
Julen Lopetegui le indica a Jordán 8 minutos después del golpe: "cáete al suelo", éste le responde "no lo veo" y el técnico le insiste: "sí, sí, vamos".
Además, a tres días del cierre del mercado de fichajes, la actualidad arde.
Bryan Gil y el Valencia; Manu Vallejo y el Cádiz CF; Wass, al Atlético; Ilaix Moriba...
y un FC Barcelona intentando hacerse con Álvaro Morata y con Adama Traoré. El Barça estrecha el cerco sobre un futbolista que ha pasado de ser internacional con España y jugar la Eurocopa a ser un mero revulsivo en el Wolverhampton Wanderers, donde su producción ofensiva deja bastante que desear para uno de los extremos más poderosos de la competición. Era la temporada para el asentamiento de Adama en la Premier League, tras varios años alternando suplencias con titularidades, pero su fútbol no ha convencido a Bruno Lage, que le ha relegado al papel de revulsivo.