Un debate capcioso

Óscar MurilloÓscar Murillo
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Un debate capcioso
- Óscar Murillo (@OscarMurilloED)
Resulta razonable que, con la que está cayendo en Heliópolis, la mejoría experimentada ante el Atlético fuese considerada insuficiente por gran parte del beticismo. Borrar el esperpento perpetrado en Las Palmas de Gran Canaria, como el valor en los soldados, se antojaba una presunción forzosa, casi una perogrullada, aunque no salir del bache de resultados, por mucho que el juego sí ofreciera, al fin, brotes verdes, es lo verdaderamente reseñable en el análisis. Hasta aquí, todo correcto.

Ocurre que las particularidades del rival otorgan inevitablemente valor a otros aspectos. La 'jauría' de Simeone es inabordable para la mayoría de los mortales y, muchas veces, hasta para los todopoderosos, por lo que no es baladí que el equipo de Setién lo tutease y superase gran parte del tiempo. Hay que afinar todavía muchas cosas y el tiempo corre en contra del santanderino, pero no ha lugar una decisión drástica con antecedentes esperanzadores anclados en la retina.

Las comparaciones, odiosas siempre, se tornaron en ridículas cuando se activó un debate estéril tras el 0-1 entre los que preferían triunfar con un fútbol feo a jugar bien pese a no ganar. Como si esas hipótesis fueran entrelazadas de manera tan maniqueísta. En realidad, salvo guiño de la Diosa Fortuna o presupuesto desorbitado, la historia dice que el camino hacia la victoria se acorta habitualmente por la vía apolínea y se vuelve angosto y escarpado por la dionisíaco. Aunque paciencia y fútbol...
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