Internacional español y sevillista, estará hoy en el Borussia Park

Un evangelista de la fe nervionense

El pivote pone el Himno del Centenario en el vestuario del Hannover-Burdorf cada vez que gana el Sevilla y hoy, con su camiseta de Puerta, recorrerá 300 kilómetros para que mañana suene como nunca.

Un evangelista de la fe nervionense
Juan Andreu y Joakim Hykkerud con la camiseta del Sevilla FC, preparados para animar al equipo esta noche en el Borussia Park. - Á. Palomo / A. Saez
Álvaro PalomoÁlvaro Palomo 4 min lectura
El vestuario del Hannover-Burgdorf se ha habituado a los acordes del Himno del Centenario del Sevilla, pues retumba en sus paredes después de cada victoria de los nervionenses. Una costumbre cuanto menos llamativa en un equipo alemán de balonmano que tiene como responsable a Juan Andreu, un sevillista de Los Remedios instalado en la elite de este deporte y que recientemente disputó el Mundial de Qatar con la selección española. "En el equipo me dicen que soy muy pesado, y cada vez que lo canto o lo pongo me dicen que pare, que ya están hartos de escucharlo, pero a mí me da igual. Eso sí, cuando pierde el Sevilla me inundan el whatsapp de mensajes para reírse de mí", cuenta a ESTADIO el internacional español, que avisa a sus compañeros de lo que les espera si los de Unai eliminan al Borussia: "El viernes puede ser un día muy bonito para entrenar o muy duro".

Pase lo que pase luego, Juan Andreu recorrerá hoy 300 kilómetros en coche desde Hannover para estar esta tarde en el Borussia Park, con su camiseta de Antonio Puerta, con el 16 a la espalda, la misma que tantas veces ha lucido desde que inició su aventura germana en 2012. "Por encima me pondré un chaleco y un chaquetón, porque en los estadios alemanes hace un frío de locura, pero por supuesto que la llevaré. He tenido suerte de que jugamos el domingo y entrenamos el jueves por la mañana, lo que me permite viajar tras la sesión. Contacté con el club y voy con un par de amigos. Tengo muchas ganas de que llegue el partido", señaló el pivote, quien se prepara para sufrir en el feudo de los ´potros´: "Va a ser complicadísimo. En Nervión sufrimos mucho, pero con pundonor logramos ganar. Ellos tuvieron ocasiones bastante claras, son un buen equipo y se crecen en su campo".

No obstante, Andreu confía en su Sevilla, resaltando que en el Gladbach temen a los hispalenses y apostando por un pronóstico tan positivo como apretado: "Hemos demostrado que somos capaces de lo mejor y ellos nos tienen muchísimo respeto, pues saben que viene el tricampeón de Europa, algo que no ocurría antes. Con un 1-1 estaría encantadísimo de la vida, pero que nosotros seamos los primeros en marcar, con un gol de Iborra, que está siendo clave en los últimos partidos".

Sevillista por su abuelo materno, que lo llevó por primera vez al Sánchez Pizjuán y propició el flechazo, Andreu lo ha seguido en los destinos que le ha deparado el balonmano, y ni siquiera los 2.500 kilómetros que le separan de Nervión han ralentizado su latido nervionense: "Cuando estaba en Cataluña, iba a verlo contra el Barcelona y contra el Espanyol. Ahora, en Alemania, es más difícil que vaya a los estadios, pero siempre que no me coincide con un partido lo veo por internet. Quedo con un amigo y disfruto del equipo con una cervecita". Hoy, en cambio, aprovechará la oportunidad de aportar su grano de arena en la grada del Borussia Park para lograr la clasificación a octavos y que el Himno de El Arrebato suene con más fuerza que nunca en el rincón más inesperado.
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