Fue, seguramente, el rival que más problemas le causó al
Sevilla durante la pasada y exitosa edición de la Europa League. El destino ha querido que el
Borussia Mönchengladbach tenga que volver a pisar Nervión, aunque el cuadro alemán lo hará bastante debilitado. No ya por haberse desprendido de Kruse o haber realizado un gasto bajo en fichajes pese a haberse clasificado para la Liga de Campeones, sino porque, para más inri, sumará en el mediocentro la baja de Granit Xhaka a la ya conocida de Christoph Kramer, siendo seria duda por otra parte Patrick Herrmann.
Mientras que sí cuenta con varias opciones para reemplazar al extremo,
Lucien Favre se está viendo muy justo en la medular, una zona clave para su fútbol de posesión y toque.
La pareja que cuenta con más opciones de salir de inicio en Nervión es la formada por Havard Nordveit y Lars Stindl. El primero es un pivote más posicional que tiene poca experiencia en la elite y en quien su técnico no termina de confiar, pese a que fue considerado en su día como una gran promesa (de la cantera del Arsenal), mientras que el segundo es un jugador de banda reconvertido a ´cerebro´ más dinámico y con buen pase, golpeo y resistencia que, sin embargo, tampoco se acerca al nivel que ofrecían Kramer y Xhaka.
Favre medita si colocar con Stindl a Jantschke, central de buen nivel que ya ha actuado como pivote en algunas ocasiones.