No suele quejarse de los árbitros, pero Martínez Munuera fue la gota que colmó el vaso. Emery reconoció sentir “indignación” por el arbitraje del valenciano en Ipurua, reclamado hasta cuatro penas máximas.
Al menos una de ellas, la de Ramis sobre Konoplynka, fue clarísima. Además, el técnico vasco echó la vista atrás y recordó que no es la primera vez que le perjudican los colegiados, quizás acordándose del penalti pitado a favor del Barça. En su momento, sin embargo, no se quejó por una mano de Juanfran en el Levante-Sevilla que impidió el 1-2 ya que, según el mismo, en Málaga también le anularon un tanto legal a Charles.