Calidad-precio, no hay un jugador en LaLiga que haya salido
tan rentable. El Sevilla
pagó 400.000 euros el pasado verano por un
Pablo Sarabia que renovó hace un año con el
Getafe asegurándose una salida fácil en caso de descenso del conjunto azulón. Y así ocurrió.
El mérito de Monchi fue adelantarse a otros interesados, muchos, sobre todo un
Valencia que llegó a tener su fichaje adelantado. Curiosamente, el canterano del Real Madrid fue una incoporación realizada pensando en que le iba a adiestrar
Unai Emery y en que, junto a
Hiroshi Kiyotake, debía hacer olvidar a
Éver Banega. Pero Sarabia casi nunca ha actuado en Nervión como mediapunta. Lo ha hecho como lateral, carrilero y extremo, en ambas bandas, principalmente, y con
un notable rendimiento.
No en vano. el '17' está en febrero
muy cerca del alcanzar el 'doble-doble', merced a sus
nueve tantos (cinco con la izquierda, dos con la derecha y otros tantos de cabeza)
y 11 asistencias. Lo meritorio es que lo va a conseguir sin ser fijo en los onces titulares de Jorge Sampaoli y habiendo participado únicamente en 1.820 minutos. Es decir, participa directamente en un gol del equipo
una vez cada 91 minutos.
Un auténtica ganga, también a ojos del seleccionador español,
Julen Lopetegui, quien valora la posibilidad de citarlo en futuras convocatorias.