Su paso por Nervión fue fugaz y prácticamente intrascendente, pues
sólo llegó a disputar tres encuentros con el Sevilla Atlético en Segunda B.
Joao Maleck venía de una campaña en la cantera del Oporto en la que tampoco convenció, cedido igualmente por el Santos Laguna, por lo que regresó a su país una vez acabada la 18/19. Pero antes de arrancar una nueva temporada, el espigado delantero mexicano se vio implicado, tras salir de madrugada de una discoteca, en
un accidente en el que fallecieron dos personas, dando positivo en las pruebas de alcoholemia.Por este motivo,
Maleck ingresó en prisión, donde ha permanecido un año y medio, saliendo recientemente de la cárcel tras el pago de una indemnización de tres millones de pesos. Profundamente arrepentido,
el futbolista de ascendencia camerunesa ha prometido ayudar a los hijos de las víctimas, “así trabaje como albañil”. Pero a sus 21 años, no quiere renunciar a su sueño y
este pasado viernes ha vuelto a calzarse las botas con su nuevo equipo.
Tras no llegar a un acuerdo con el Alteños de Tepatitlán, el ex sevillista
ha encontrado acomodo en el Deportivo Cafessa de Jalisco, estado mexicano donde realmente estaba obligado a jugar por sus compromisos legales, si bien su pase sigue perteneciendo al Santos Laguna. Y pese a su larga inactividad, Maleck
partió como titular y disputó 82 minutos en el choque que su equipo jugó a domicilio ante el Irapuato, en el grupo B de la
segunda categoría del fútbol azteca, finalizado con empate a cero. Un primer paso para intentar reconducir su carrera.