Cada vez que se ha asomado al vacío, el
Sevilla de
Emery ha dado un paso atrás casi de forma instintiva, intimidado en cierta forma por las alturas, sin la convicción con la que camina por la ladera, sin los arrestos necesarios para realizar un salto de fe que le traslade a la dimensión de los que se atreven con todo. Es lo único que el sevillismo le recrimina a su equipo, que se traiciona a sí mismo cuando la exigencia se eleva, un freno que hasta ahora le ha impedido ganarle a un poderoso o a un rival de arriba y, por ende, ir más allá.
Hoy, los nervionenses se encuentra de nuevo al borde de ese precipicio, con la oportunidad de desafiar la gravedad de la Liga y liberarse de sus complejos y tabúes. Porque este Sevilla lo tiene casi todo, pero, esta noche, en todo un
Camp Nou, debe demostrar que también se lo cree, que no se empequeñece en los grandes escenarios. La situación invita a que ocurra, a que el Sevilla se supere y rompa su sequía de doce años sin profanar el templo azulgrana, contra un
Barcelona humanizado, que ofrece dudas impensables antaño y que anda despistado con tanto frente abierto, desde la inestabilidad institucional a las recientes declaraciones de
Messi sobre su futuro. Apenas se ha hablado del partido en Camp Barça y
Luis Enrique, en el centro de las críticas, no ha terminado de definir su propuesta ni controlado por completo el vestuario. Su ex equipo, el
Celta, señaló las fisuras del Camp Nou hace dos jornadas y enseñó el camino al Sevilla, consciente, no obstante, que nada de esto hace que regresar con los tres puntos pierda su condición de gesta.
Y es que, más allá de estas dudas, el Barcelona, que recupera a
Mathieu y
Rafinha -
Iniesta no tiene el alta médica-, posee un ataque demoledor, con un temible tridente que ya empezó a dar sus frutos contra el
Almería. Messi,
Luis Suárez y un
Neymar en su mejor versión. Y por detrás el rubio que tantas alegrías regaló en Nervión.
Rakitic junto a
Xavi. Una combinación explosiva que exige máxima concentración, personalidad para no arredrarse y explotar las armas propias y solidez absoluta, a nivel global y defensivo.
Para ello, Emery está obligado a improvisar en la banda izquierda ante las lesiones de
Trémoulinas y de
Fernando Navarro. La alternativa natural sería ´
Kolo´, pero Emery le considera un central más y podría utilizar a
Diogo en la zurda. Por delante, el técnico tendrá que recurrir a
M´Bia, pese a disponer de un solo día para preparar el choque, para formar el doble pivote con
Krychowiak ante las ausencias de
Iborra y
Cristóforo.
La otra duda reside en el costado diestro, en la posibilidad de ofrecerle a
Deulofeu la ocasión de reivindicarse en su ´casa´, de devolverle a Luis Enrique su falta de confianza en él, o, por el contrario, decantarse por
Aleix Vidal, más solidario en tareas de contención y con su velocidad como posible lanzadera para los contragolpes. Sí parece garantizada la titularidad para el otro talento cedido por el Barcelona, un
Denis Suárez al que los ojeadores culés marcan muy de cerca por su destacado rendimiento en el Pizjuán. Será su estreno en el Camp Nou. Un desafío cargado de motivación añadida para el gallego, eje creativo sevillista y encargado de conectar con
Bacca, el mismo que se impuso a Messi y Neymar como mejor suramericano del curso pasado. Reflejo del potencial de este Sevilla y una razón más para perder el miedo a saltar.
Alineaciones probables:FC Barcelona: Bravo, Dani Alves, Piqué, Bartra, Jordi Alba, Xavi, Busquets, Rakitic, Neymar, Messi y Luis Suárez.
Sevilla FC: Beto, Coke, Carriço, Pareja, Diogo, Krychowiak, M'Bia, Aleix Vidal, Denis Suárez, Vitolo y Bacca.