El Cerro: Una educación a través del deporte

Con tan sólo un año de vida, la escuela del Cerro ha pasado de acoger 130 niños en su seno a aumentar esta cifra en 40. Un total de 170 chavales distribuidos en 11 equipos que abarcan desde alevín hasta los equipos de iniciación. Crecimiento incuestionable frente a los dos equipos que formaban anteriormente la escuela -alevín y benjamín- hasta que, el pasado verano, el director del club, Manuel Rojas, le encargase el cometido de la fundación de esta nueva escuela al actual presidente, Salvador de la Cerda.

Con cuatro equipos federados y el resto del IMD, el presidente nos explica que catalogan a los niños por edades, no por niveles. “Tratamos de hacer una labor social, que el niño haga deporte, quitarlo de la calle. Educarlo deportivamente”. “A estas edades creo que el factor competitivo tiene que quedar en un segundo plano. Si luego se sube, estupendo, pero no es prioritario. En el Cerro no vamos a ganar una liga, pero sí se disfruta mucho”. Filosofía en la que insiste siempre Salvador.

La escuela cuenta con excelentes monitores. Todos titulados. Hay técnicos con Nivel II, con titulación TAFAD, dos preparadores físicos… Y todos con un fuerte sentimiento de compañerismo. “Estamos desbordados, pero estoy muy satisfecho de cómo se está desarrollando todo. Los monitores están implicadísimos, algunos incluso doblan”, señala Salvador, que explica también que, ante la difícil situación actual, tienen que cobrar una mensualidad, ya que si no sería casi imposible sobrevivir. “Reitero que el resultado no es lo más importante. Aquí todos juegan. Se trata de inculcar unos valores. Educar valores a través del fútbol. A veces los padres protagonizan una nota discordante y les digo que para eso no estamos. Como en un partido que vociferaron a un árbitro. Repito que para eso no estamos”.

Aunque asegura también Salvador que, al ser una escuela nueva, han ido marcando ellos las reglas y considera que los padres están contentos con ellas. “La mayor esencia es la sonrisa de un niño. El resultado es el último objetivo”, finaliza el presidente de la escuela, insistiendo una vez más en su valiosa filosofía, la de inculcar valores a través del deporte. Como él dice, “educar a los niños deportivamente”.