¿Quién hubiese dicho hace un año que este Depor estaría quinto clasificado con 21 puntos -tres más que el Sevilla- y décimo en la tabla, cuando ha transcurrido un tercio de competición? Pocos, ¿verdad?
Pues bien, el Sevilla hoy se enfrentará a aquél segundo entrenador suyo en la época del Míchel que, por lo que hemos podido comprobar en unos meses en el banquillo del Deportivo, ya apunta a ser uno de los entrenadores con más futuro de nuestra Liga. Los números hablan por sí solos.
Si el Sevilla tiene que estar preocupado por Víctor Sánchez del Amo, más aún lo tendría que estar por Lucas Pérez, ese atacante que tuvo que salir de España tras sus años en el Rayo para demostrar que aquí tenía un hueco más que de sobra. Tanto es así que, con nueve goles, se ha convertido en el jugador referencia arriba para su equipo.
Pero ojo, el Depor es mucho más que Lucas. Es un equipo que se ha reforzado con jugadores que le han dado un salto de calidad, como son los exsevillistas Fernando Navarro y Arribas (ambos fijos para el técnico), Cani, Luis Alberto, Mosquera, Jonás o Fajr.
En la transición defensa-ataque, es un conjunto que no tiene un fútbol de mucha elaboración en su fase de posesión. Es decir, busca más la velocidad que la precisión. Con los atacantes conecta por dentro, para que finalicen mediante triangulaciones y balones a la espalda de los defensas rivales, haciéndolo de una manera eficaz.
En defensa, tras la pérdida realizan una presión fuerte sobre el poseedor del balón, aunque por fuera tienen más dificultades para replegar-presionar. Ocasionalmente, Sidnei inicia la salida en conducción y asume muchos riesgos, aprovechables. Veremos si lo hace hoy el Sevilla, como lo hizo el Sporting, y logra ganar de nuevo fuera de casa.
Kepa Blanco2 min lectura