Ganar, ganar y volver a ganar

A punto de cumplirse dos años del fallecimiento del Sabio de Hortaleza, cabe recordar una de sus frases célebres, a la que el Sevilla parece haberse abonado esta temporada en su feudo. Ya lejano parece aquel inicio dubitativo del equipo en el Pizjuán. En este estado de euforia tras el derbi copero llega el Málaga, un equipo que, tras un arranque irregular, encadena siete jornadas sin perder, lo que le ha hecho pasar de verse en los puestos de descenso a colocarse en mitad de la tabla con toda una vuelta por delante.

Los de Gracia son un equipo con un ritmo alto de juego que, en ataque organizado, intenta jugar por dentro desde su zona de inicio para que, llegado a la de creación, suban sus laterales ofensivos, como son Boka y Rosales. En zona de finalización buscan el juego de espaldas de Amrabat, así como los desmarques de Charles y también el juego hacia dentro de sus extremos, aunque la llegada del Chory le permite un 1x1 por fuera que no tenía.

Es un equipo que genera mucho en campo rival, pero al que le cuesta hacer goles, dado que tiene futbolistas de calidad sin apenas pólvora. Prueba de ello son sus únicas 13 dianas a favor.

A nivel defensivo, el equipo deja iniciar para, una vez llega el balón a los laterales rivales, realizar una presión intensa. La línea más recuperadora es la de creación, donde Recio y Camacho dan equilibrio. Cabe destacar la vuelta del segundo, por indispensable. Ha devuelto la estabilidad al Málaga. Tanto Weligton como Albentosa son centrales que dominan el juego aéreo y las segundas jugadas. Suelen dejar espacios por fuera dada la proyección en ataque de sus dos laterales y es precisamente por el carril izquierdo, con Boka, donde más sufre defensivamente.

Los números no engañan y, si el Sevilla se adelanta, tendrá mucho ganado ante un equipo al que le cuesta finalizar, pero al que es difícil hacerle goles, puesto que es también de los menos goleados.

Aquella selección de Luis Aragonés marcó el difícil y exigente camino del ganar, ganar y volver a ganar… eso es el fútbol. ¡Qué razón tenía! El competir no da lugar a la derrota y el Sevilla (en casa) está compitiendo a un magnífico nivel.