La canción de Presuntos Implicados del mismo título sería aplicable a lo que están siendo las respectivas temporadas del
Sevilla y del
Celta. Recuerdo bien aquella jornada 4 de Liga, en la que los celestes pasaron como un ciclón por encima del cuadro de
Emery, yéndose 0-2 al descanso y pudiendo haberse ido 0-4. Su dominio del juego fue total.
Llegan ahora tres enfrentamientos consecutivos entre ellos, con unas sensaciones muy diferentes a las de septiembre. Y es que el
Celta da la impresión de que se le va hacer la segunda vuelta muy larga, ya que juega con un once tipo con pocas rotaciones. De hecho, por poner lo mejor en la Copa, ha perdido cinco de sus últimos seis partidos de Liga. Hoy hay que sumarle, además, la baja de
Nolito, por lesión, y la marcha de
Augusto, con lo que el Celta de las primeras jornadas es un espejismo, salvo la eliminatoria ante el Atlético.
Hombre prevenido vale por dos, y aventurarse en esto del fútbol… pero apostaría a que el
Sevilla volverá a jugar una final de
Copa esta campaña. El equipo llega en un buen momento de juego y aún tiene un margen de mejora muy amplio. Contar con dos jugadores por puesto de un gran nivel permite a este equipo llegar al tramo importante de las temporadas con opciones de ganar títulos. Año tras año.
Muy atrás quedan ya aquellos encuentros en los que la grada blanquirroja se desesperaba con los jugadores y el técnico de turno. Cómo hemos cambiado… para bien, sin duda alguna.