Iñaki Gabilondo, crítico con la Real Sociedad: "Lo va a pasar regular"

Después de cinco clasificaciones consecutivas para competiciones europeas, récord histórico de la entidad, sin olvidar por supuesto la Copa del Rey conquistada en La Cartuja ante el Athletic en 2021, la Real Sociedad puso fin la pasada campaña a un ciclo exitoso de la mano de Imanol Alguacil. El técnico oriotarra no pudo ponerle el broche a su brillante etapa con otro billete continental y puso rumbo a Arabia Saudí, donde no le marchan nada bien las cosas al frente del Al-Shabab, apostando el club txuri urdin en su lugar por el ascenso de Sergio Francisco. Pero aunque el entrenador irundarra ha logrado espantar los fantasmas de su destitución, el equipo donostiarra marcha lejos de la zona noble y más pendiente aún de la cola de la clasificación en LaLiga.

Todo ello tiene un tanto desencantada a la afición, como ha confirmado una voz autorizada de la misma como Iñaki Gabilondo. Un realista que siempre ha presumido de sus colores y que ahora, a sus 83 años, tras haberse ganado a pulso ser uno de los periodistas más influyentes del panorama nacional, no duda en seguir expresando su opinión en los medios acerca de todo aquello que le importa. También sobre una Real Sociedad a la que ve de capa caída.

"Es una etapa de transición en la Real. Lo vamos a pasar regular. Éramos una cosa y ahora ya no. No sé qué terminaremos siendo", ha asegurado en una entrevista en ABC el comunicador guipuzcoano, que será el encargado de encender las luces de Navidad en Donostia el próximo 28 de noviembre.

Mantiene la esperanza con Yangel Herrera

Preocupado con el futuro deportivo de su equipo, el que fuese la voz del programa 'Hoy por Hoy' de la Cadena Ser durante más de dos décadas ha puesto el foco en la labor de la dirección deportiva y su política de fichajes, ahora comandada por Erik Bretos tras la salida de Roberto Olabe. "Lo imprevisible no han sido las ausencias, sino la poca influencia que han tenido las incorporaciones. Éramos un equipo muy importante. Se fueron Silva, Merino, Isak, Zubimendi, Odegaard y Le Normand y se ha descuajeringado. Pero estamos acostumbrados a que eso pase. Los depredadores están al acecho. Lo que no esperábamos es que saliera tan mal la política de incorporaciones. Queda por ver el resultado de Yangel Herrera, pero los demás no han aportado nada. Nada", destacó.

Una afición conformista

Además, Gabilondo considera que la hinchada txuri urdin es de alguna forma conformista. "Sí, hay una cierta aceptación de la realidad. Tenemos un equipo que sabemos que siempre va a estar apuntalado en la cantera. Y, para eso, necesitas un público de cantera. Y sabemos que, cuando empieza un jugador, va a cometer errores y que va a hacer un noviciado hasta llegar a los votos perpetuos. Y el aficionado vive sabiendo eso. Aunque eso también ha cambiado", advirtió.

La paciencia con los canteranos

En este sentido, el periodista donostiarra cree que la paciencia de la grada de Anoeta con sus 'potrillos' también ha disminuido. "Somos, un poco, como los del Real Madrid. Allí te sale un crío, el segundo día le dan un balón de oro y al tercer día lo echan porque dicen que no vale. Esa falta de paciencia empieza a tocar un poco a la gente de la Real. Y, por otra parte, en cuanto destaca tu jugador ya sabes que te lo van a quitar. ¿A qué quieres que aspiremos? ¿A ganar la Liga? En cuanto la ganáramos, al año siguiente tenemos a cinco menos. Es verdad que hay una posibilidad de oponer a esta razón una mayor ambición. Un ejemplo podría ser el Villarreal. Pero nosotros nos decantamos por esa aceptación de que soy lo que soy", insistió.

No se ve de consejero en la Real Sociedad

Además, Gabilondo se mostró "muy orgulloso" del equipo femenino de la Real Sociedad y recalcó que, en general, en el mundo del fútbol "se ha perdido el romanticismo porque el dinero se ha adueñado de todo este tinglado". Pero más allá de expresas sus opiniones sin rehuir nada, como siempre ha hecho, no se ve como consejero del club donostiarra. "No. Cuando me llaman voy encantado a todo. Les quiero mucho pero no. Sé para lo que valgo y para lo que no", sentenció.