Torrecilla tomó ayer la palabra para defender su 'Plan A',
Gustavo Poyet, y para pedir a los jugadores que asuman su parte de responsabilidad. Dijo lo previsible, que ve al entrenador fuerte, con ganas de buscar soluciones y con el respaldo de la plantilla. Como es su obligación, tiene un 'Plan B', según él mismo reconoció, aunque está intentando no activarlo. En
Pamplona habrá cambios. Con toque de atención, de mutuo acuerdo o por iniciativa propia del cuerpo técnico, Torrecilla ha logrado su primer objetivo: que Poyet cambie el sistema de juego, los jugadores o ambas cosas en la primera final para el todavía técnico del
Betis. El 1-4-3-3 no funciona: aleja a
Rubén del área y a
Joaquín de zonas interiores en las que puede hacer más daño con menos desgaste físico. Y lo más preocupante: salvo en Valencia, el Betis nunca ha dominado los partidos ni ha dado sensación de equipo compacto y trabajado. El futbolista con mayor constitución atlética,
Donk, debe aparecer en escena para introducir poderío físico en el eje de la zaga. En lo poquito que ha jugado (8´ en el derbi y 68´ ante el Málaga por la lesión de
Pezzella), Donk ha demostrado que puede ser un buen refuerzo para una defensa en la que sigue haciendo aguas
Piccini.
Rafa Navarro merece oportunidades y, tal vez, Poyet debería probar a
Mandi en el lateral para dejar a
Bruno -más fiable que Pezzella- junto a Donk.
A
Ceballos y a
Musonda hay que exigirles que aporten la calidad que tienen, pero es Poyet quien debe encontrarles acomodo en el equipo. En un buen engranaje, seguro que dan rendimiento.
A
Petros habría que restarle protagonismo. Tiene algunas virtudes, pero no es consciente de sus muchas limitaciones y se le otorga un liderazgo que va en perjuicio del equipo. Confunde agresividad con violencia. Protesta constantemente a los árbitros, se descentra y nunca obtiene beneficio. Quiere estar en todas partes y no llega a tiempo a ninguna. En su innecesaria falta lateral nació el desastre ante el Madrid. Si Petros es la referencia -titular indiscutible: ha jugado ya 689 minutos en Liga-, no tiene ningún sentido que Torrecilla diga que el Betis tiene, después de los grandes, el mejor centro del campo de la Liga. Si los grandes son los poderosos (Madrid, Barça y Atlético de Madrid), en el resto de equipos hay líderes y mucho talento en la zona ancha.
Nasri, junto a un nutrido número de centrocampistas con calidad, es el faro del
Sevilla;
Dani Parejo dirige al
Valencia;
Bruno al
Villarreal, y le acompañan
Trigueros,
Samu Castillejo o
Roberto Soriano;
Beñat o
Raúl García mandan en el
Athletic;
Illarramendi pone orden en la
Real Sociedad;
Roque Mesa, en
Las Palmas, hace funcionar a todo el equipo; hasta el
Español, que le quitó a
David López al Betis, tiene un veterano líder en la zona ancha:
Javi Fuego. Hoy pueden leer en ED un interesantísimo análisis de
Aitor Torvisco sobre un comentario, el de Torrecilla, que debemos enviar al capítulo de anécdotas. Lo importante, y lo grave, es que el Betis sólo ha sumado 8 de los 24 puntos disputados hasta la fecha. Torrecilla aguantó a
Berizzo en el
Celta hasta doce partidos sin ganar -10 derrotas y 2 empates-y le salió bien la apuesta, pero más le vale a Poyet acertar con las teclas que cambia para que el director deportivo no tenga que seguir enviando mensajes tranquilizadores que pongan a prueba la tantas veces agotada paciencia de la afición del Betis.