El Titi estaba radiante de felicidad. No cabía en sí. Por fin iba a cumplir uno de sus deseos cofrades. Por primera vez, iba a realizar la
estación de penitencia junto a su sobrina. Es difícil afirmar quién estaba más ilusionado. Él le regaló la túnica canela y clavo. Antifaz, capirote, cíngulo, escudos, capa... aguardarán un añito más para el estreno más esperado.
Que llegará. Claro que llegará. Titi, siéntete orgulloso, le has enseñado a amar al Señor de la Salud y a nuestras hermandades. El coprotagonista de nuestra historia aún no es consciente de que comparte devoción con el Titi y su sobrina.
Entre recuerdos de corneta gitana aprenderá a querer al
Señor de la Salud. En su corazón habrá hueco para emocionarse cada
Miércoles Santo en el barrio de Nervión. Encima cruzará el puente para buscar Esperanza en la calle Pureza. 'Casi ná'. No sabe la suerte que tiene.
Sus padres le contarán que su primera
Semana Santa, en la que iba a estrenarse como monaguillo, fue la más triste. Titi, sobrina y pequeño, habrá una primera vez. Habrá una primera vez en
Santa Catalina tras su reapertura. Habrá una primera vez del palio de la Virgen de la Aurora. Sonará la música en La Quinta Angustia. Cofrades, habrá una primera vez tras esta Semana Santa.